Sánchez se ha cargado un avión, que ha tenido que aterrizar con las alas cargadas de tanta nieve presidencial, toda la nieve que se hace fabricar Sánchez para poder esquiar por el cielo y por la Moncloa. Lo de Sánchez no había avión que lo aguantara, en fin. Campañas electorales, cumbres, bodas, vacaciones, conciertos, escenas de Pretty woman y de JFK y de Men in black, y hasta bandadas de pájaros con formación en flecha que iban a saludar al comandante en jefe como cigüeñas funcionarias de maternidad, y que se estrellaban contra el cristal de la cabina igual que fans. El avión ha tenido que bajar, gripado, pinchado, escorado, alabeando por el peso presidencial de la responsabilidad y de sus perchas, de un presidente que es oro molido de la socialdemocracia, y de tantos carteles que Sánchez se hace con la cara de color granito, del tamaño de las fachadas.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Independiente | El diario digital global en español
- 2 El error de cálculo de Pedro Sánchez. Por Casimiro García-Abadillo
- 3 Convocatoria oficial de la Selección Española de fútbol para los Juegos Olímpicos de París 2024
- 4 Puente medió con Marruecos para que Alsa cobrase una deuda
- 5 Cuando ruge la marabunta
- 6 La presidenta, el marido, el juez y Miss Marzo
- 7 Las meteduras de pata de Kamala Harris que llevaron al traste su campaña en 2019
- 8 Indignación y estupor en el Gobierno y en el PSOE con la citación de Sánchez
- 9 Aflora una deuda millonaria en RTVE por viajes y dietas excesivos