A veces nos creemos que los debates electorales van a ser confrontaciones intelectuales cuando son subastas, escaparates del Barrio Rojo, pescadería de la carne y del morbo, con sangre picada y promesas colgonas como un tetamen con piel de pollo. Los cinco salvadores del país, que no habían salvado nada hasta ahora, se peleaban por el votante indeciso ofreciéndole por segunda vez lo mismo que no habían sido capaces de cumplir antes, ni separados ni juntos, todo en un ambiente de turno de ambulatorio, con conversaciones sordas de achaques, agravios, fingimientos y flemas. No era culpa del formato del debate, con luz y tiempos de bolera, sino el formato de nuestra política.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Puente medió con Marruecos para que Alsa cobrase una deuda
- 2 El PSOE denuncia el "montaje" contra Sánchez "para beneficio del PP" y anuncia que la citación judicial será recurrida
- 3 Convocatoria oficial de la Selección Española de fútbol para los Juegos Olímpicos de París 2024
- 4 De la amistad al resentimiento: así se degradó la relación entre Obama y Biden
- 5 La 1 pierde la mitad de su audiencia tras la Eurocopa de fútbol
- 6 Los minoritarios de Sabadell cargan contra la CNMC por su inacción con BBVA y la fusión
- 7 El Servicio Secreto reconoce que el atentado a Trump es su "mayor fallo" en décadas
- 8 Por qué es festivo en Madrid este 25 de julio y qué hacer
- 9 El juez cita a Pedro Sánchez como testigo para que declare en Moncloa sobre el caso de Begoña Gómez