La Guardia Civil adjudicó la compra de una remesa de 50.000 mascarillas a un precio unitario de 0,99 euros (más IVA) tan sólo un mes antes de que las autoridades sanitarias de Wuhan (Hubei, China) informasen de la existencia de los primeros casos de neumonía por coronavirus, brote que se ha expandido ya a más de 85 países. Estos equipos de protección individual han disparado su precio ante la sobredemanda que ha provocado esta epidemia.

El 21 de noviembre de 2019, el Servicio de Contratación de la Jefatura de Asuntos Económicos elevó al entonces director general de la Guardia Civil (Félix Azón) propuesta para adjudicar a Iturri SA la compra de un lote de mascarillas del tipo FFP3 (con eficacia de filtración de hasta el 98 %) que había sacado a licitación el pasado 4 de septiembre. La formalización del contrato tuvo lugar el 19 de febrero y se publicó en la Plataforma de Contratación del Sector Público el pasado 2 de marzo, según ha comprobado este diario.

La oferta de la empresa sevillana fue la elegida entre las siete que se habían recibido, tras ofrecer un precio unitario de 0,99 euros. Teniendo en cuenta que el gasto máximo era de 50.000 euros (60.500 euros con IVA), Iturri suministrará 50.505 unidades.

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Según se detallaba en el pliego de prescripciones técnicas que reguló el procedimiento de contratación, las necesidades iniciales se habían estimado en 20.000 mascarillas, con un precio máximo de 2,50 euros cada una. La rebaja del proveedor permitirá a la Guardia Civil recibir más del doble por el mismo importe.

Con válvula y semirrígida

El precio era con diferencia el criterio con más peso a la hora de puntuar las propuestas: 90 sobre 100. Los 10 puntos restantes los recibiría la empresa que ofreciera un plazo de garantía del producto de 36 meses -12 más de los obligatorios- desde la recepción del material.

De acuerdo con las descripciones técnicas, se trata de una media mascarilla con válvula no reutilizable, moldeada y con diseño ergonómico ajustable. La Guardia civil exigía que la carcasa fuera "semirrígida" y que tuviera resistencia para conservarse incluso "en entornos húmedos".

Igualmente, el producto tenía que tener "suficiente volumen interno" para poder hablar y respirar "con comodidad" y debe estar fabricado sin látex, silicona y PVC. La fecha de fabricación tiene que ser con posterioridad a noviembre de 2019.

La Guardia Civil cerró también la compra de un lote importante de guantes de nitrilo en vísperas de que China diera a conocer la existencia del brote

La intención de la Guardia Civil es distribuir las mascarillas entre el personal adscrito a las unidades que prestan servicios de seguridad ciudadana, reconocimiento de viajeros y equipajes y recogida de muestras y evidencias, entre otras. El suministro deberá completarse a los tres meses de la formalización del contrato (antes del 20 de mayo).

Esta licitación incluía un segundo lote, consistente en el suministro de 16.500 cajas de guantes de nitrilo (de 100 cada una) y a un precio máximo por caja de tres euros (49.500 euros en total, excluido impuestos). El adjudicatario ha sido la firma vallisoletana Comercial Ulsa SA, que servirá finalmente 18.401 cajas al tasar el producto en 2,69 euros (31 céntimos menos).

De acuerdo con las características técnicas, tendrán que ser guantes de color azul fabricados en carboxilato de acrilonitrilo y sin polvo. "La cantidad de residuo absorbible de almidón de maíz será inferior a 2 miligramos por guante", exigía la Guardia Civil.

"Vaguedades"

La rápida propagación del 'Covid-19' y la exposición a la que están sometidos muchos agentes han llevado a asociaciones profesionales a demandar a la dirección que dote de material a las unidades más expuestas y dicte instrucciones sobre cómo deben actuar ante casos sospechosos.

Así, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) -mayoritaria en el Cuerpo- ha exigido mascarillas, guantes de nitrilo y gafas de protección "en número suficiente y en proporción al número de efectivos que cada unidad tenga". "Por sus funciones, los guardias civiles se ven obligados a estar en permanente contacto con muchas personas y por ello existe un riesgo muy alto de contagio cuando se producen epidemias como la actual. De hecho, ya hay algún policía que se ha contagiado en el lugar de trabajo", ha expuesto.

La AUGC lamenta que hasta el momento no haya habido "una respuesta clara" a las solicitudes de información que ha formulado y que las comandancias se hayan limitado a recurrir a "vaguedades sin concretar medidas precisas". "Nos tememos que nos encontramos ante un nuevo caso de improvisación y falta de respuesta frente a una amenaza que está adquiriendo un perfil creciente en España", censura.