Leopolo Luque, médico personal de Diego Armando Maradona que le operó a principios de noviembre de un edema cerebral, fue imputado este pasado domingo por homicidio culposo: su clínica y su casa fueron registradas en búsqueda de algún indicio que mostrara alguna irregularidad en la muerte del astro argentino.

Este lunes, Luque se ha presentado voluntariamente en la físcalía para declarar sobre su imputación, declarando que él no es el responsable y que "no hay un error médico" en la muerte del astro argentino. "Lamentablemente, un ataque al corazón es un hecho que le podía pasar a un paciente así, es lo más común del mundo que muera de un paro cardíaco por su historial clínica", señaló el médico ante los medios.

Asimismo, el médico desveló la situación en la que el Diez se encontraba: "'¿Hasta dónde 'querés' llegar? Ya está, Luque, ya sufrí mucho'", le espetó el exfutbolista a Luque, que ha confesado ante los medios el estado de tristeza y depresión en el que se encontraba Maradona.

"Creo que Diego abandonó la pelea. Estaba muy triste, yo lo veía triste, se estaba castigando de un modo que yo no lo iba a permitir, como amigo que era de él", ha admitido Luque.

"Si de algo soy responsable es de amarlo, de cuidarlo. Hice lo imposible por mejorarle la vida hasta el último día. Yo no era un fanático de Maradona, era un fanático de Diego, era mi paciente preferido, un papá para mí", añadió.

¿Irregularidades en el caso?

Según explicó el diario La Nación, el magistrado del Juzgado de Garantías número 2 de la localidad de San Isidro, Orlando Abel Díaz, a petición de la fiscalía y tras las declaraciones de tres de las hijas del fallecido, Dalma, Gianinna y Jana, ordenó registrar la casa particular y la clínica de Luque.

Con ello, se pretende investigar las circunstancias de la muerte del ’10’, que falleció el miércoles sobre las 12.00 hora argentina tras sufrir una parada cardiorrespiratoria en su domicilio de la localidad de Tigre.