El caso Novak Djokovic es el caso de nunca acabar. El Gobierno australiano ha vuelto a cancelar este viernes el visado del serbio, pero después ha paralizado su deportación hasta que un juez decida el domingo sobre el recurso que ha presentado en los tribunales el número uno del tenis mundial.
El ministro de Inmigración, Alex Hawke, utilizó el poder que le da la ley de su país para cancelar a título personal el visado de Djokovic, cinco días después de un tribunal le permitiera la entrada a Australia a pesar de no estar vacunado. "He ejercido mi poder para cancelar el visado de Novak Djokovic por razones de salud y buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo", ha explicado el ministro, que llevaba analizando la posible deportación del serbio desde el lunes, en un comunicado.
Sin embargo, los abogados de Djokovic han recurrido la decisión y el caso está ahora en manos del mismo juez que le abrió la puerta el lunes. Según se acordó en un vista celebrada en la noche del viernes en Australia, Djokovic tendrá una entrevista mañana con funcionarios de inmigración, donde se hará efectiva su detención. El domingo será la vista en la Corte Federal de australia.
De momento, se desconoce si esta nueva batalla legal permitirá al tenista debutar el lunes en el Abierto de Australia, donde busca su vigésimo primer Grand Slam. El serbio no solo se juega ser deportado, sino que la ley australiana contempla una sanción de tres años sin recibir un visado para casos como el de Nole.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, había advertido el jueves en una rueda de prensa de que no habría excepciones con Djokovic. "Tiene que demostrar que está doblemente vacunado o debe proporcionar una prueba aceptable de que no puede vacunarse por razones médicas. Esa es la política y esa política no ha cambiado. Por supuesto esperamos que las autoridades apliquen la política del gobierno cuando se trata de esos asuntos".
El problema en la frontera por no estar vacunado
El campeón de 20 Grand Slam estuvo retenido cuatro días en Melbourne tras su llegada a Australia el 6 de enero porque la documentación sanitaria que presentó en la frontera no era suficiente. Djokovic no está vacunado y la exención médica que había recibido por parte de la Federación Australiana de Tenis no fue reconocida por la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF). El lunes, un juez le permitió la entrada en el país al considerar que las autoridades no le dieron el tiempo suficiente para aportar nuevos documentos.
Desde entonces, Djokovic se mueve con libertad y está entrenando a diario en las instalaciones de Abierto de Australia, torneo en el que tenía previsto debutar el lunes ante su compatriota Miomir Kecmanovic. Si finalmente juega y conquista el título, será su vigésimo primer Grand Slam y superará en la lista histórica a Rafael Nadal y Roger Federer.
El comunicado de Djokovic
El serbio publicó este miércoles un comunicado en el que admitía haber cometido un «error humano» a la hora de rellenar el formulario de entrada a Australia. En concreto, achacó a su agente que en el documento pusiera que Djokovic no había estado en un tercer país en las dos semanas previas a su llegada a Australia, cuando estuvo entrenando a finales de diciembre en Marbella.
«Mi agente se disculpa sinceramente por este error administrativo a la hora de marcar una casilla incorrecta. Es un error humano y no se hizo de forma deliberada», señaló el deportista. Según medios australianos, dar información falsa en este formulario es un delito que conlleva una pena máxima de prisión de 12 meses, una multa de hasta 6.600 dólares australianos y puede provocar la cancelación del visado.
Además, Djokovic admitió en su comunicado que no guardó la cuarentena obligatoria en Serbia tras conocer su positivo del 16 de diciembre, una prueba. Según los documentos aportados por el jugador, dio positivo en una PCR el 16 de diciembre, pero hay varias fotos suyas los dos días posteriores en eventos, en las que aparece sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad.
Djokovic asegura que se enteró del positivo el 17 de diciembre por la tarde -en el documento de la PCR positiva aparece que el laboratorio obtuvo el resultado a las 20:19 del día 16-, y que por eso acudió a un evento el 17 por la mañana. Sin embargo, el 18 se realizó una sesión de fotografías y una entrevista con un periodista de L’Equipe. «Me sentí obligado a acudir a la entrevista con L’Equipe para no dejar tirado al periodista, pero mantuve distancia social y mascarilla todo el tiempo, excepto durante las fotografías. Al regresar a casa me aislé y reflexioné. Cometí un error de juicio y admito que tuve que posponer la cita«.
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