Carlos Alcaraz disputará este domingo en Miami su primera final de un Masters 1000 tras vencer en semifinales al polaco Hubert Hurkacz por 7-6 (7-5) y 7-6 (7-2) en otro ejercicio de supremacía. Será su primera gran final y seguramente la primera de muchas. Porque Alcaraz, 18 años y 332 días, parece empeñado en acelerar y acelerar en el despegue de una carrera que promete incontables días de gloria.
El domingo tiene una oportunidad de oro. Se enfrentará por el título al noruego Casper Ruud, número ocho del ranking mundial y que también estará ante su primer oportunidad de ganar un Masters 1000. Solo se han medido una vez, en la tierra batida de Marbella en 2021, y ganó el español por 6-2 y 6-4.
"Mi abuelo siempre me ha dicho que me enfoque en las tres 'C': cabeza, corazón y cojones"
Carlos ALCARAZ
Ruud por entonces ya estaba entre los 25 mejores del mundo y Alcaraz se encontraba cerca del top 100. Un año después, el español está aporreando las puertas del "top ten" en un inicio de curso espectacular. El lunes saltará al undécimo puesto del ranking ATP si gana el título y, aunque pierda la final, tiene asegurada la duodécima plaza.
"Mi abuelo siempre me ha dicho que me enfoque en las tres 'C': cabeza, corazón y cojones", dijo Alcaraz sobre la receta del éxito. "Tengo muchas emociones ahora mismo, creo que es el sueño de cada niño. Es increíble una final aquí. Trataré de jugar como si fuera una primera ronda, quiero disfrutarlo y será una gran final". En su mano tiene convertirse en el primer español que gana en Miami, después de que Nadal haya perdido cinco finales, David Ferrer otra y Carlos Moyá una más.
En busca de nuevos récords de precocidad
Ante Hurkacz, el defensor del título en Miami, Alcaraz volvió a demostrar que es de esos tenistas hechos de una pasta especial. Ni se amilanó ante los saques-bombas del polaco ni le tembló el pulso en los momentos decisivos y volvió a dejar puntos y golpes al alcance de muy pocos. Sumó su triunfo número 17 de la temporada, un 2022 en el que solo ha perdido dos partidos: ante Matteo Berrettini en Australia y frente a Rafael Nadal en Indian Wells. El resto, todo victorias, incluido el título de Río de Janeiro.
A pesar de que aún no ha cumplido los 19 años, Alcaraz se ha convertido ya en una de las grandes referencias del circuito. Llamado a ganarlo todo, el pupilo de Juan Carlos Ferrero vive en una nube desde enero y sigue batiendo récords de precocidad.
Con su triunfo en semifinales, se ha convertido en el segundo finalista más joven de la historia del torneo, solo por detrás de Nadal, que en 2005 perdió la final ante Roger Federer con 18 años y 304 días. Y si el domingo levanta la copa, será el campeón más joven. Además, se convertiría en el tercer tenista más joven en ganar un Masters 1000, solo superado por Michael Chang (18 años y 157 días en Toronto 1990) y el propio Nadal (18 años y 318 días en Montecarlo 2005).
Un gesto de enorme deportividad
En un deporte donde los jóvenes protagonizan cada día más escándalos y exabruptos, Alcaraz parece salirse también de esa línea. Comedido y respetuoso siempre, en las semifinales ante Hurkacz tuvo un gesto de enorme deportividad. Cuando sacaba con 30-0 para colocar el 6-6 en el segundo set, el árbitro paró un punto al considerar que el polaco no había llegado a una dejada y que la pelota había botado dos veces.
Sin embargo, Alcaraz había visto perfectamente que su rival había golpeado bien a la pelota, antes del segundo bote, y pidió al árbitro que repitiera el punto.
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