"No es casualidad que salgan justo ahora" dijo Joan Laporta en un comunicado emitido por el Fútbol Club Barcelona cuando la bomba estalló, una investigación de Hacienda había descubierto supuestas irregularidades en la tramitación de impuestos en 2016, 2017 y 2018. Los pagos del club a José María Enríquez Negreira, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) desde 1994 hasta 2018, eran una realidad. Ante la evidente necesidad de dar explicaciones, el presidente del Barça echó balones fuera aludiendo a una conspiración orquestada para hundir al equipo en un buen momento deportivo.

"La noticia llama la atención y no es casualidad que salga ahora. Por parte del Barcelona, cualquier interpretación capciosa, tendenciosa y que insinúe cosas que no son recibirá la respuesta proporcional y adecuada del club. Nos reservamos todas las acciones que hagan falta para defender la honorabilidad y los intereses del Barcelona", amenazó Laporta. Por entonces se refería a la exclusiva de la Cadena Ser, en la que se destapaba el escándalo.

El expresidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, confirmó a la propia emisora que la última factura a la empresa se realizó en junio de 2018, cuando Enríquez Negreira salió del Comité Técnico de Árbitros, y lo justificó como una política de recortes en el club. Bartomeu asegura que estos pagos se remontarían al menos hasta el año 2003, lo que implicaría que se realizaron bajo la presidenta de Joan Gaspart, Joan Laporta y Sandro Rosell, además de la suya.

La noticia no ha quedado ahí, cada día de la semana, desde el miércoles, la información ha continuado ampliándose y cada vez hay "más indicios de que algo no está bien", como indicaba este viernes el propio Javier Tebas, presidente de LaLiga.

Y es que el viernes la situación llegó a un nuevo momento crítico tras desvelar el diario El Mundo que la empresa DASNIL 95 S.L. envió el 5 de febrero de 2019 un burofax firmado por José María Enríquez Negreira a Josep Maria Bartomeu, presidente del Fútbol Club Barcelona. El ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros amenazó en ese documento al presidente blaugrana con acudir a los juzgados y denunciar presuntas irregularidades que afectarían al club blaugrana.

Desde la esfera culé y los estamentos del club, o incluso el propio Javier Tebas, han usado esta amenaza para denunciar una extorsión y una posible estafa en un nuevo intento de limpiar su nombre y el de la competición, como si la víctima de todo este feo asunto fuese el FC Barcelona. De esta forma continúa una defensa que se ha basado desde el principio en negar cualquier tipo de ilegalidad o culpabilidad en los procedimientos del club blaugrana con respecto al estamento arbitral.

Sin embargo, no parece que la cosa se vaya a quedar aquí, las siguientes informaciones serán fundamentales en el devenir de los acontecimientos ya que la posición del Fútbol Club Barcelona tiende a aferrarse cada vez más contra las cuerdas. Queda por ver cómo afectará este aumento tensional a su estrategia y si cambian el negacionismo por el colaboracionismo, para llegar a conocer la verdad de un hechos escandalosamente sospechosos desde el principio.