Fernando Alonso ha conseguido un meritorio segundo puesto en un Gran Premio de Mónaco en el que se ha impuesto Max Verstappen. La lluvia, que amenazó durante buena parte de la carrera, brindó una oportunidad única de vencer al piloto español; sin embargo, Aston Martin decidió montar otro neumático de seco al bólido del asturiano, que tuvo que volver a parar para pasar a las ruedas de lluvia más tarde.

El error en la toma de decisiones del equipo británico difuminó las esperanzas de la victoria 33 de Alonso en Fórmula 1, aunque la ventaja labrada previamente permitió que Magic conservara el segundo puesto.

Las primeras 50 vueltas del GP de Mónaco sirvieron de preparación de la tensión y el caos que llegaría con la lluvia. La amenaza de agua estuvo presente durante toda la carrera, pero no fue hasta la vuelta 51 cuando aparecieron las primeras gotas en el mítico trazado monegasco.

La posibilidad de cambiar a una carrera de seco condicionó la estrategia, sobre todo del líder, Max Verstappen, que estiró la vida de sus neumáticos para evitar un paso por el pit lane. El agua empapó una pista que se convirtió en un terreno desconocido en el que los pilotos se limitaban a sobrevivir. En ese momento Aston Martin decidió parar a Alonso.

Los espectadores vibraban con la jugada de los de verde, que tomaron el camino equivocado. Aston Martin insistió con las ruedas de seco cuando toda la parrilla optó por el neumático de lluvia intermedia, lo que condenó a Alonso a volver a parar y a alejarse a 20 segundos de la victoria.

Cada cámara a bordo de los monoplazas congelaba la respiración. La lluvia disipó el agarre y todo parecía posible en Mónaco. Carlos Sainz fue uno de los más activos en el nuevo escenario y estuvo a punto de colocarse tercero, pero Ocon resistió el envite del madrileño, que finalizó octavo tras perder el control de su Ferrari y chocar contra el muro.

Las nubes se agarraron al Principado y descargaron con ira durante varios minutos. Tal fue la tormenta que muchos pilotos utilizaron el compuesto de lluvia extrema.

Las correcciones, los sustos, las derrapadas y los toques contra el muro acompañaron a prácticamente toda la parrilla. Pese a ello, todo se quedó en lo que pudo pasar y no en lo que fue, ya que sólo Stroll -compañero de Alonso- tuvo que abandonar tras un accidente.

Verstappen fue uno de los que comprobó la resistencia de su coche, pero la parte noble de la carrera no experimentó cambios y Alonso y Ocon acompañaron al bicampeón holandés al podio. Los Mercedes, que un fin de semana más no han brillado como acostumbraban, han logrado colocar a Hamilton y Rusell en cuarto y quinto lugar, justo delante del ídolo local, Charles Leclerc. La escudería alemana araña puntos a Aston Martin, segundo en el mundial de constructores con 1 punto de ventaja.

Los 18 puntos obtenidos por Alonso le acercan al segundo puesto en el mundial de pilotos que ostenta Pérez, gran perjudicado de la cita en Mónaco tras finalizar decimosexto. Después de un tercio de campeonato disputado, Alonso ocupa la tercera posición con 93 puntos, a 12 de Pérez y a 51 del inmaculado Max Verstappen.