Un gol de Kylian Mbappé, de penalti y en el descuento, da alas al Paris Saint Germain en su camino a octavos de final de la Champions League. Un toque con la mano dentro del área desencadenó una pena máxima muy discutida. el árbitro acudió al VAR; sin embargo, el juez mantuvo una decisión que dio un punto de oro para el PSG, ya que permite que el conjunto francés dependa de sí mismo en la última jornada para avanzar de ronda.

El 0-1 para el Newcastle, obra del ex realista Alexander Isak, reinaba en el Parque de los Príncipes hasta que llegó la jugada más polémica de la jornada 5 de la Champions League. El PSG caía en casa y atacaba a la desesperada para evitar depender de los ingleses en la última fecha cuando llegó la polémica.

Ousmane Dembelé cedía de cara para Mbappé y Livramento salió al corte. El defensor inglés rechazó el centro con el cuerpo, con la mala fortuna de que el posterior rebote le fue al brazo. El estadio y los jugadores del PSG reclamaron al instante al colegiado polaco Szymon Marciniak, que apuntó a los 11 metros sin dudarlo.

Los británicos reclamaron que fue una mano de las consideradas tradicionalmente como involuntarias porque viene de un toque previo. El reglamento especifica que la mano será punible cuando "se posicionen de manera antinatural y consigan que el cuerpo ocupe más espacio", algo complicado al haber un toque fortuito previo con el cuerpo.

El 1-1 entre PSG y Newcastle, unido al AC Milan 1-3 Borussia Dortmund, deja a los alemanes como único clasificado en el grupo de la muerte de la Champions League 23/24. A falta de los decisivos Newcastle-AC Milan y Borussia Dortmund-PSG de la última jornada, el PSG depende de sí mismo para clasificar a octavos como primero, algo imposible de no haberse señalado el penalti en el minuto 98 ante las urracas.

Newcastle y AC Milan deberán ganar y esperar que el PSG no haga lo propio para acompañar al Borussia Dortmund como clasificados del grupo F a los octavos de final.