El 14 veces campeón de la máxima competición europea de clubes, el Real Madrid, ha redondeado una fase de grupos perfecta en de la Champions League, con pleno de victorias tras remontar al Unión Berín e imponerse por 2-3.

Los alemanes entraron a la cita con la intensidad que transmitía al unísono una grada, la del An der Alten Försterei, en la que está prohibido sentarse y no animar. En apenas dos minutos, el Unión Berlín gozó de dos ocasiones que le hicieron creer en la gesta de tumbar al Real Madrid y acceder a la Europa League, para lo que necesitaba una victoria del Napolés frente al Sporting de Braga.

El primer intento fue desbaratado por Kepa, que respondió con una poderosa mano al remate Volland a unos pocos metros de la meta. Casi sin respiro, el portero vasco -que recuperó la titularidad en detrimento de Lunin- tuvo que volver a emplearse y salir al todo o nada a un balón dividido en su propia área. La acción defensiva fue completada por Nacho, que despejó un balón que avanzaba manso hacia el gol.

Después de un inico en el que el Unión Berlín evidenció que se jugaba mucho, el Real Madrid tomó el pulso al partido y con un dominio total de balón bajó las revoluciones del choque.

Los de Ancelotti se limitaron a jugar a un rondo enorme, por todo el campo, en el que los alemanes solo podían que mirar. El Real Madrid movía y pisaba los metros decisivos con facilidad, aunque no terminaba de definir.

Bellinghan maniobró y halló el espacio para encarar a Ronnow, que demostró en esa primera acción de lo que iba a ser capaz posteriormente. Los blancos volvieron a rozar el gol, literalmente en este caso, con un gran cabezazo de Joselu al larguero a centro de Fran García; sin embargo, el 0-0 se mantuvo hasta los últimos instantes de la primera parte.

A menos de cinco minutos del desenlace del primer capítulo, el Real Madrid aceleró y puso en jaque el empate: primero con un robo tras presión que Joselu mandó fuera de exterior y después con un penalti que Modric lanzó al centro y que Ronnow repelió con habilidad. Tres lanzadores -Rodrygo, Joselu y Modric- han fallado los tres penaltis que ha tenido a favor el Real Madrid en lo que va de temporada.

El minuto de descuento dio para mucho, ya que un pelotazo de Ronnow y una sucesión de errores en cadena en la defensa del Real Madrid permitió a Volland batir a Kepa y adelantar al Unión Berlín.

Pese a que a efectos prácticos el partido le sobraba al Real Madrid, los chicos de Ancelotti mostraron desde su vuelta del vestuario la intención de voltear la situación. Administrando esfuerzos pero con suficiencia, el Real Madrid se apoyó en la inteligencia de Bellingham, la calidad de Rodrygo y las ganas y el acierto de Joselu para cimentar su remontada.

A diferencia de la primera mitad, el Real Madrid finalizaba sus llegadas al área alemana, aunque la figura de Ronnow crecía con el pasar de los minutos. Un desborde de Rodrygo, un centro medido y un testarazo en pugna de Joselu, puso el empate con media hora por delante. La sensación es que el gol de la victoria del Madrid podría llegar en cualquier momento, y solo hubo un aviso más.

Alaba rozó el tanto con un zurdazo de volea en un córner y Joselu volvió a exhibir su mejor cualidad: el remate de cabeza. Un centro al primer palo de Fran García fue suficiente para que Joselu remachara en plancha y adelantara al Real Madrid en Berlín con un doblete a base de cabezazos.

Todo parecía visto para sentencia en Berlín, pero la falta de tensión del Real Madrid y la efectividad del Unión puso en jaque el pleno de los blancos. Kral, que apenas llevaba 10 minutos sobre el césped, sacó un derechazo imposible para Kepa y dio esperanzas al Unión Berlín a cinco minutos del final.

Otro pequeño empujón le bastó al Real Madrid para solventar con profesionalidad y al trantán una visita a Alemania en Champions. Ceballos, al que Ancelotti insiste en recuperar para la causa, pisó área en el minuto 89 y con un disparo cruzado completó la enésima remontada blanca en Europa con el 2-3 definitivo.