El Real Madrid duerme líder, a la espera del partido del Girona, tras golear por 4-1 al Villarreal en el Estadio Santiago Bernabéu en una jornada donde dos de los principales candidatos al título, Atlético de Madrid y FC Barcelona, fallaron en sus salidas a Bilbao y Valencia.

La derrota de los del Cholo con el Athletic y el empate culé en Mestalla espoleó a un Real Madrid que no especuló ni un instante. El plan se puso en práctica desde el minuto 1, con una intensa presión adelantada que asfixió la salida del Villarreal. Brahim, que terminó por lucirse en la segunda mitad, fue clave para tapar al cerebro del conjunto castellonense, Dani Parejo, y el Real Madrid aprovechó su trabajo para hacerse con la posesión en posiciones muy adelantadas.

Los de Ancelotti amedrantaron al Villarreal en todo momento: Rodrygo se mostró enchufado desde el inicio y la presencia de Bellingham y Modric se hacía notar en la perifería del área del Villarreal. El empuje blanco solo pudo ser reprimido por la sucesión de parones que sufrió el encuentro con varios infortunios.

Baena y Gerard se lastimaron a los pocos minutos de empezar el duelo y, con más coraje que sentido, se 'arrastraron' por el campo durante 29 y 45 minutos respectivamente. Si alguien podía romper la crónica de sucesos en la que parecía convertirse el partido era Bellingham. El talentoso centrocampista británico aprovechó un centro exquisito de Modric y cabeceó -picado y a contrapié, como los auténticos 9- para convertir su decimotercera diana en La Liga.

La inercia del choque y la diferencia entre el desempeño de Real Madrid y Villarreal CF ponía todo de cara para los blancos; sin embargo, la desgracia también salpicó al Real Madrid, que perdió a Alaba en el minuto 33 tras un giro de rodilla totalmente antinatural.

Pese a la preocupación que dejó el gesto de Alaba, la alegría volvió pronto al Bernabéu, ya que en el minuto 37 Rodrygo cazó un balón suelto en un córner y, a placer, alargó su buena racha y la ventaja con un tiro cruzando ante Jorgenssen.

El descanso no despojó a los de Ancelotti de su misión y apenas unos segundos después de volver de la caseta Brahim avisó con una llegada peligrosa para los intereses del Villarreal. Parejo, que estuvo tapado por la presión todo partido, fue capaz de aclarar una jugada con gran calidad, Terrats asistió a Morales y 'El Comandante' recortó diferencias en la única ocasión de los de Marcelino.

Un Morales en racha, el delantero es el autor de los 5 goles de su equipo en La Liga desde la vuelta de Marcelino, ponía un 2-1 engañoso a los 53 minutos. El atacante malagueño del Real Madrid, Brahim, sumó al trabajo de la primera parte su sello. Brahim recibió de espaldas en el medio del campo y exhibió todas sus cualidades en un jugadón: dribló con el control y explotó con verticalidad hacia la portería para, tras un doble recorte, definir con categoría para ampliar la ventaja al 3-1.

Con dos goles de ventaja, el marcador reflejaba con mayor fidelidad la realidad de lo vivido sobre el césped; aunque Modric se encargó de confirmar la superioridad blanca con un golpeo de zurda al palo largo tras otra gran presión.

El 4-1 definitivo llegó a 20 minutos del final, pero el Real Madrid, y en particular Bellingham, Rodrygo y Brahim, querían más. Inglés, brasileño y español triangularon -siempre bajo el abrigo de Modric y Kroos- con calidad y levantaron al Bernabéu con sus acciones.

Bellingham encendió a la grada, y a los rivales, con su juego. El británico se llevó una tarjeta amarilla por quitarse de encima a un Altimira empeñado en que no pudiese contragolpear y eso hizo estallar la efervescencia. El árbitro ignoró una caída del futbolista de Birmingan y este, incrédulo, alzó los brazos para levantar al público. El colegiado reprendió a Bellingham por su actitud, ya que en caso de considerarlo un desprecio a su figura podría haber significado la segunda amarilla y, por tanto, la expulsión.

La distancia en el marcardor y en el juego, sumado a la voluntad de Bellingham, calentó a los futbolistas del Villarreal, que al son de los olés que se corearon en el Bernabéu dejaron algún que otro recado al británico. Ancelotti, veteranísimo, protegió a sus figuras con los cambios y firmó la paz en los últimos 10 minutos de partido.

La victoria merengue supone un importante estirón en la cabeza de La Liga. Con 42 puntos, el Real Madrid lidera con un punto y un partido más que el Girona, mientras que FC Barcelona se queda a 7 puntos y Atlético de Madrid -también con un partido menos- a 8 unidades.