Emirates Team New Zealand hacía pública la creación de Design Works, la filial a través de la cual el Defensor de la America’s Cup tiene previsto trasladar las aplicaciones tecnológicas más punteras del trofeo más antiguo del planeta a proyectos comerciales. Desde Tech Spirit Barcelona, el foro del ecosistema tecnológico catalán impulsado desde la agencia de competitividad de la Generalitat (ACCIÓ), el ingeniero Roger Frigola ha compartido su visión sobre el pasado, presente y futuro de la inteligencia artificial, y aprovechado para presentar la división con la que los neozelandeses aspiran a asegurarse su “continuidad a largo plazo”.
“El proyecto del barco de apoyo propulsado por hidrógeno Chase Zero es el mejor ejemplo”, afirmó Frigola. Integrante del equipo desde 2014, el barcelonés ha sido testigo en primera persona de la evolución de la formación kiwi hasta convertirse en el referente tecnológico que ha motivado la creación de Design Works. “A nivel empresarial, se ha visto que debemos aprovechar estas habilidades para ofrecerlas a nivel comercial”, añadió.
Durante tres décadas, Emirates Team New Zealand ha estado a la vanguardia del diseño de rendimiento en una competición marcada por la innovación como es la America’s Cup. Todo ello, gracias a las capacidades técnicas de decenas de ingenieros como Frigola, con experiencia en una amplia gama de disciplinas y aspectos del diseño: desde el concepto hasta la ingeniería detallada, pasando por la optimización, la mecatrónica y la gestión de proyectos.
Desde la defensa de la America’s Cup en aguas de su país en 2021, el equipo de diseño de Emirates Team New Zealand ha entregado con éxito importantes proyectos comerciales más allá de la competición. Entre ellos, cabe destacar un sistema de piloto automático líder en el mundo y, sobre todo al Horonuku, el automóvil de tierra que hace exactamente un año batía el récord mundial de velocidad terrestre de un vehículo impulsado por el viento. Sin embargo, el principal objetivo de los ingenieros de Emirates Team New Zealand sigue siendo retener por tercera edición consecutiva el trofeo más antiguo del planeta y, de paso, hacer que la próxima edición que se disputará en Barcelona entre los próximos meses de agosto y octubre sea “la mejor de la historia”.
Para ello, y más allá del citado Chase Zero, que ha inspirado la alianza tecnológica rubricada el pasado mes de agosto con ACCIÓ, desde la designación de la capital catalana como sede del Evento, Emirates Team New Zealand ha desarrollado los monocascos de la clase AC40 (a bordo de los cuales los seis equipos participantes han competido en las regatas preliminares de Vilanova i la Geltrú y Jeddah) y las balizas autónomas utilizadas recientemente en ambas pruebas. Su próximo desafío será el AC75 a bordo del cual iniciarán la defensa de su título a partir del próximo 12 de octubre en aguas del Front Marítim. “Estamos apurando hasta el último momento e intentando optimizar al máximo el diseño para que quede justo el tiempo para fabricarlo y poder probarlo en el agua unas pocas semanas antes de competir”, explicó.
Moledo de la IA
Experto en la optimización de procesos a través de modelos de inteligencia artificial, Frigola, protagonizó una sesión informativa en el foro Tech Spirit Barcelona, en la que comenzó describiendo la evolución de la IA desde la aparición de los primeros ordenadores. “Al principio, los investigadores pensaban que podían establecer una serie de normas, una lógica que acabaría siendo inteligente”, afirmó. Sin embargo, con el paso de los años, “lo que se ha descubierto es que el método que funciona es el aprendizaje automático o machine learning, en el que la inteligencia aparece después de haber suministrado muchos datos a la máquina y que ésta las haya absorbido y entendido”.
Estos modelos predictivos son, precisamente, los que él utiliza en su día a día para “a partir de casos que has visto en el pasado, decidir hacia qué dirección puedes diseñar el barco”, aclaró. “La IA que utilizamos es muy concreta, es machine learning que aprende a partir de muchos datos y que tiene unas capacidades sobrehumanas pero para hacer unas cosas muy, muy concretas. Sí que es cierto que existen muchos otros aspectos en el diseño del barco que involucran a la IA. Pero, a día de hoy, sigue siendo necesaria la inteligencia y la habilidad humana”.
Frigola augura no obstante un cambio de paradigma motivado por la velocidad a la que se están desarrollado nuevas herramientas y asistentes: “Estos modelos ya se han leído internet en su totalidad y estamos llegando a un punto de que se están quedando sin datos”. Sin embargo, y tal y como predice el ingeniero catalán de Emirates Team New Zealand, el próximo desafío es ahora el aprendizaje a través del vídeo. “A lo mejor de aquí a diez años le podemos dar a una IA los 80 folios de normativa de la America’s Cup y nos sacará los planos del barco más rápido. Pero ahora mismo, estamos un poco lejos de todo esto”.
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