Los Juegos Olímpicos representan el gran acontecimiento deportivo a nivel mundial y global, durante los más de 125 años de historia que tiene la cita.
Después de un parón más corto de lo habitual, de tan solo tres años, la cita olímpica regresa en París y lo hace con un logo inconfundible, el gran signo de los Juegos Olímpicos, que son los cinco anillos olímpicos, de los que venimos a hablar por su origen y por su relevancia en la actualidad.
La espera siempre es larga, ya que son cuatro años los que separan habitualmente unos Juegos Olímpicos de otros, dando tiempo a que el proceso continúe para los deportistas y que el mundo coja fuerzas para una nueva cita donde los diferentes países tratarán de sumar alegrías en forma de medallas, de oro, plata y bronce, para su medallero.
El gran signo, junto con la antorcha olímpica, son los anillos olímpicos, un distintivo que aparece también en el logo particular de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Los anillos olímpicos son cinco y componen el emblema de la historia de los Juegos Olímpicos, con el que la práctica totalidad del planeta, ya sean ciudadanos aficionados o no al deporte, reconocen la marca olímpica al verlos. Tienen colores distintos y han dado lugar incluso a teorías, pero lo cierto es que fue su origen el que marca la historia de este logo que marca al deporte y que copará más importancia si cabe en los próximos meses con la disputa de la cita de París 2024.
El origen de los anillos de los Juegos Olímpicos
Los anillos olímpicos o aros olímpicos se crearon en representación de la unión, el espíritu y la fuerza de los Juegos Olímpicos. Están formados por anillos, cinco, entrelazados entre sí y en diferentes colores, y lo que simboliza es la participación de los cinco continentes, en una cita deportiva global y que, precisamente, trasciende el deporte a partir de él.
Los Juegos Olímpicos se iniciaron con su primera edición, en Atenas, en el año 1896. Sin embargo, la creación de los anillos olímpicos vino más tarde, en 1913, por parte de Pierre de Coubertin. Este barón francés inspiró al consejo en el Congreso Olímpico de París de aquel año, en el que enseñó el boceto de este simple pero característico diseño que es, muchos años después, conocido por todo el mundo.
La introducción oficial de los anillos olímpicos como símbolo de los Juegos Olímpicos vino en 1920, después de la I Guerra Mundial. La cita en Amberes fue la primera en la que la representación de los cinco aros se pudo ver, tomando el primer impulso para unos Juegos que ahora no se entienden sin la presencia de este logo tan popular y basado, en su creación, en la simbología del psicoanalista Carl Jung, en representación del ciclo humano de los deportistas.
Así es el logo de los Juegos Olímpicos de París
De cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, la ciudad organizadora presentó un logo que representará a la cita de manera particular. En él, estarán también los cinco anillos olímpicos, que con sus colores, azul, amarillo, negro, verde y rojo, representan a cada uno de los cinco continentes del mundo.
En París 2024 los anillos olímpicos partirán en la parte inferior del logo, con relevancia moderada, y una superior en la que se enmarca una llama, con rostro femenino, el de Marianne, la alegría de la República de Francia. Junto a los aros y esta figura, el sello de 'París 2024' bajo un fondo blanco, con tipografía que evoca al movimiento artístico más vinculado a la ciudad organizadora, el Art Déco.
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