Un gol para ganar en el minuto 96 siempre es sinónimo de vida e ilusión. Eso es lo que experimentaron miles de cadistas con el tanto de Sergi Guardiola en el Ramón Sánchez-Pizjúan.

Así lo expresa Emilio González de la Muela, fiel seguidor que replica el aroma que se respira en la tacita de plata: "El Cádiz es una religión, y su dios es Mágico González, los colores robados al mar y a su cielo. El evangelio, sus hechos en Carranza, nuestra fe es saber que resucitaremos. Aceptación que no resignación, por creer en nuestra redención. Una afición que reza como si todo dependiera de su dios, y empuja como si todo dependiera de ella".

Después de 36 jornadas, con solo dos partidos y seis puntos por resolver, las cosas se aprietan en la zona baja. Con Almería y Granada ya descendidos, un Cádiz renacido -veremos si a tiempo- apura sus opciones de supervivencia en la máxima categoría del fútbol nacional.

La victoria agónica frente al Sevilla ha disparado la ilusión en Cádiz. El equipo, que no ganaba dos partidos seguidos en Primera División desde hacía tres años, se asomó durante un par de horas a dos puntos de la salvación que marcaba el Celta de Vigo.

El tanto de Guardiola dio los tres puntos al Cádiz lejos de su estadio por primera vez en la campaña y, después de toda la temporada en el hoyo, ponía a los de Pellegrino en una posición un poco más favorable para mantener la categoría. El gol inicial del Athletic Club en Balaídos aumentó la euforia entre los gaditanos; sin embargo, el Celta remontó cuando más se tambaleaba y dejó en cinco puntos la distancia cuando solo restan dos jornadas.

La situación es angustiosa para el Cádiz, aunque ha convivido con ello durante gran parte de la temporada y ahora atraviesa su mejor momento. Pese a que los gaditanos tienen la mayoría de posibilidades de acompañar a Almería y Granada a Segunda, la dinámica de los de Pellegrino mantiene la amenaza.

Las cuentas de la salvación

El Mallorca, finalista de la Copa del Rey, mira de reojo y desde la distancia que dan los cuatro puntos que le separan del Cádiz. Después de encadenar dos victorias ante Getafe y Sevilla los amarillos han superado la barrera de los 30 puntos y confían en sus posibilidades de sumar los seis restantes.

El conjunto balear cuenta con el as en la manga de depender de sí mismo. Además, sus dos partidos pendientes son ante rivales que no se juegan nada: Almería, en casa; y Getafe, con los azulones salvados y sin aspiraciones europeas.

La esperanza es lo último que se pierde en Cádiz, y más si las sensaciones son tan positivas como en las jornadas precedentes. La tendencia de los de Pellegrino contrasta con la de Las Palmas, que suma los 38 puntos a los que aspira el Cádiz, pero que acumula ocho derrotas en los últimos 10 partidos y no gana desde febrero.

El sueño de continuar en Primera para el Cádiz pasa por sumar otras dos victorias y esperar que sus rivales fallen. Una de las grandes bazas del Cádiz ha crecido considerablemente con el bajón de Las Palmas, que gracias a su empate con el Real Betis se puede permitir una derrota en el Nuevo Mirandilla y un empate con el Alavés para seguir en primera.

Los cadistas suspiran con la calculadora en la mano. El Cádiz está a cuatro puntos del Mallorca, a cinco del Celta y a seis de Rayo Vallecano y Las Palmas. Uno de los dos partidos restantes del Cádiz es su enfrentamiento directo con Las Palmas en Andalucía el próximo fin de semana.

El Cádiz puede alcanzar los 38 puntos, cifra que todavía no han conseguido Celta y Mallorca, pero que gallegos y bermellones tienen en su mano. El empate de Las Palmas con el Betis, después de ir abajo en el marcador en dos ocasiones, dificulta más si cabe la tarea del Cádiz, que aún cree en el milagro, ya que si baten a los canarios llegarían a la última jornada con la ilusión de rematar la faena en Almería y que Las Palmas, Mallorca o Celta hayan subestimado su fe.