La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Pozuelo, que mantiene investigadas a seis trabajadoras y directivas de la guardería Pecas -ya clausurada por deficiencias administrativas-, ha tomado declaración como investigada a una de las directoras del centro y, como testigos, a dos educadoras que estaban en prácticas cuando presuntamente ocurrieron los hechos denunciados por una compañera.

Las dos trabajadoras, que hicieron prácticas en la guardería a la que asistían hijos de personalidades como los jugadores del Atlético de Madrid Antoine Griezmann, Álvaro Morata y Mario Hermoso, o el cantante Huecco, han afirmado que vieron "actos bruscos" y "agresividad" contra los pequeños, como denunció la compañera que aportó vídeos y que dio pie a que se abriera la causa.

Las testigos han puntualizado que las peores reacciones se vivieron en la clase de la compañera en prácticas que denunció, pero que ellas también vieron cosas que les llamaron la atención y les supusieron "situaciones desagradables".

Parte de las imágenes recabadas fueron expuestas a varios de los padres afectados el pasado mes de febrero, y muestran que los pequeños eran zarandeados, lloraban y les decían frases como "fracasado, eres muy inteligente pero no vas a llegar a nada en la vida", según desvelaron letrados de las familias afectadas en aquel momento.

La responsable del centro ha contestado solo a preguntas de su abogado para afirmar que ella no ejerce labores de directora, sino que es socia y pertenece al Consejo de Administración, y que no tiene constancia de que hubiera malos tratos a los niños porque de haberlo sabido, habría tomado medidas, han informado a EFE fuentes jurídicas.

Ha precisado que había cámaras para vigilar lo que pasaba en cada clase y ha puesto de relieve que el centro llevaba funcionando muchos años sin que hubiera denuncias por tratos inadecuados.

Estas declaraciones han tenido lugar después de que la magistrada pidiera recientemente a la Brigada Local de la Policía Judicial de Pozuelo de Alarcón que presente un informe sobre el visionado de las cámaras de la guardería "a la mayor brevedad posible". En esta causa hay un total de 21 familias personadas y seis personas de la guardería investigadas.

La guardería Pecas de Pozuelo cerró a mediados del pasado febrero por orden del Ayuntamiento, por construir sin licencia cinco estructuras anexas al edificio principal, ya que tras conocerse los presuntos malos tratos -el pasado mes de noviembre- el consistorio llevó a cabo una inspección de oficio en la que se constató que esa irregularidad.

Una trabajadora denunció que otras empleadas pegaban e insultaban a los niños, y aportó grabaciones hechas con su móvil, tras lo que la Policía detuvo a cinco personas. A cuatro de ellas el juzgado les impuso una orden de alejamiento de 500 metros del centro educativo, según informaron fuentes de la investigación.