Rafa Nadal dice adiós a su casa, Roland Garros, cuya tierra le ha visto ganar 112 veces, levantar el título 14 y solo caer en cuatro ocasiones. La última, hoy, ante un Alexander Zverev colosal por 6-3/7-6/6-4 en 3 horas y 6 minutos

Dos juegos bastaron para comprobar que se iba a tratar de una batalla impropia de estas alturas del torneo. Con 2-1 en contra, Nadal gozó de dos oportunidades para recuperar el break perdido en el primer juego del partido, algo especialmente complicado si la persona al servicio es Zverev, implacable con su saque. El flamante campeón de Roma no dio opción a Nadal y mantuvo la ventaja obtenida a las primeras de cambio.

Zverev, con un cañón por derecha, dio pequeños pasos hasta amarrar el primer parcial por 6-3 al resto tras levantar Nadal dos bolas de set. Nadal pagó el break sufrido en el primer juego, pero exhibió un altísimo nivel ante un Zverev más que en forma, consciente de que tenía delante al rey de la tierra batida, por muy mermado que esté.

La proeza que encaraba Nadal en Roland Garros cobraba mayor dimensión. Zverev, número 4 del mundo y en plena forma, se apuntó la primera manga y puso más cuesta arriba la continuidad de Nadal en París. Lejos de titubear, el balear subió su nivel y comenzó a transmitir todo aquello que le coloca en el olimpo del tenis.

La frescura de Nadal le hacía volar por encima de la potencia y el acierto de Zverev, que con un tenis casi perfecto veía como el 14 veces ganador de Roland Garros se hacía dominador del encuentro. El alemán repelió la amenaza de set de Nadal, que con asegurar el saque habría empatado, y dejó en blanco al español para poner el 5-5. De ahí al 6-6 y a un irremediable tie break.

Cada golpe del desempate fue una guerra. El conteo llegó al octavo punto con un apretadísimo 4-4 y fue ahí donde Zverev dio un paso de gigante hacia la victoria. El alemán machacó a Nadal con una serie de intercambios eternos que acabaron de su lado y puso el 2-0 cuando se cumplían las dos horas de partido.

El último set en Roland Garros

120 minuntos de juego y dos set abajo, Nadal siguió siendo Nadal. Un suspiro y Zverev acariciaba el break, pero el 22 veces ganador de Grand Slam difuminó las dos posibilidades en el primer juego y además rompió el saque del alemán.

Zverev, más serio y concentrado que nunca, recuperó el servicio perdido y puso en jaque el mando de Nadal en el tercer parcial. Un juego interminable arrimó al español cuatro veces al precipicio del break, pero Nadal resistió.

El empeño de Zverev y la solidez en su saque aceleraron la embestida final del alemán. El número 4 del ránking aseguró su baza y una vez más, cuando parecía que no quedaba más tenis, echó el resto para acabar con la participación de Nadal en Roland Garros.

¿Será la última vez de Nadal en Roland Garros? Ni él lo sabe, tal y como apuntó tras su derrota: "No puedo asegurar al 100% si volveré o no".