“Tourmalet”, “Miguel Indurain”, “maillot” o “contrarreloj” son palabras que el 99,9% de las personas asocia a la palabra “Tour”. Aunque no les guste el ciclismo, todos saben a lo que se refiere, lo que menciona. Sin embargo, a partir de ahora, el Tour de Francia no podrá apropiarse exclusivamente de ella, al menos desde un punto de vista legal, tras darse de bruces con el Tribunal General de la Unión Europea

En una resolución, el tribunal europeo ha desestimado el recurso presentado por la sociedad francesa Société du Tour de France, propietaria de la carrera, contra el registro de la marca "Tour de X" por parte de la cadena alemana de gimnasios FitX, una decisión que permitirá a esta empresa utilizar dicha marca en productos relacionados con el deporte y el entretenimiento, como camisetas, sudaderas, calzado, juguetes o equipamiento deportivo.

“Cuando alguien utiliza como parte de una marca un elemento genérico, como la palabra ‘Tour’, no puede impedir que los demás lo usen”, explica a El Independiente Carmen González, abogada y directora de Marcas y Brand Inteligence de PONS IP. “Las marcas se analizan desde una triple perspectiva: fonética, gráfica y conceptual. Se tienen que tener en cuenta los elementos más distintivos y dominantes, y aquí lo único que coincide es la parte genérica”.

No existe riesgo de confusión

El litigio comenzó en mayo de 2017, cuando FitX solicitó a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) el registro de la marca. Fue entonces cuando la sociedad francesa se opuso alegando que ésta podría generar confusión con sus marcas "Tour de France" y "Le Tour de France". Sin embargo, la EUIPO dictaminó que, a pesar de la similitud entre los productos y servicios designados por ambas, no existía riesgo de confusión entre ellas, y concluyó que "Tour de X" ni perjudicaba ni se aprovechaba indebidamente del carácter distintivo de las marcas del Tour de Francia.

La marca que la empresa alemana FitX trató de registrar a su nombre.

“Nadie se va a confundir y va a pensar que ‘Tour de X’ tiene algo que ver con el Tour de Francia. Si los elementos gráficos hubieran sido similares, sí que habría existido más riesgo de confusión, o de querer aprovecharse, pero en este caso no son suficientes para que el consumidor se pueda confundir”, prosigue González. 

Insatisfecha con la decisión de la EUIPO, los dueños de la carrera ciclista más importante del mundo llevaron el caso al Tribunal de la Unión. No obstante, y a pesar de que en su resolución éste señala el error de la EUIPO al considerar que las marcas no eran conceptualmente similares, ha respaldado la decisión del organismo, argumentando que el público no confundirá las marcas debido al bajo grado de similitud entre ellas. Tal y como explica González, el término "Tour de" tiene un carácter distintivo muy escaso, y se utiliza habitualmente en el contexto de competiciones ciclistas o eventos similares.

El logo del Tour de Francia, registrado desde 2005

Sin embargo, "Tour de France" y "Le Tour de France" no son los únicos elementos distintivos que los propietarios del Tour tratan de proteger. Este periódico, gracias a los datos facilitados por PONS IP, ha podido comprobar cómo la Société du Tour de France ha registrado otros distintivos, como el maillot amarillo (que porta el líder de la carrera), el verde (clasificación de los puntos), el blanco con puntos rojos (clasificación de la montaña) o el blanco (mejor joven).

También tiene a su nombre, desde 2014, el título "Gran Depart", que se utiliza para nombrar todos los eventos relacionados con la ciudad que acoge la salida de la carrera año tras año, o el propio logo de la prueba, cuyo registro data del año 2005.