España no es un país de selección. La pasión por los clubes acapara gran parte de la atención de los aficionados al fútbol, cuyo interés por acompañar al combinado nacional queda muy sujeto al techo que tenga el equipo.

La situación que se produce en otros lugares -particularmente de latinoamérica- donde los incondicionales recorren medio planeta para animar a su selección resulta incluso incomprensible en España.

El desapego hacia la selección Española de fútbol ha ido a más en los últimos años. El clímax alcanzado en el ciclo 2008-2012 conllevó un bajón posterior del que España no ha acabado de recuperarse. Eliminados en la fase de grupos del Mundial de Brasil 2014, en octavos de final en la Eurocopa 2016, en Rusia 2018 y en Qatar 2022, solo la semifinal lograda en la pasado Euro -anestesiada por el efecto del coronavirus- volvió a conmover a aquello que un día se denominó 'La furia roja'.

Si las decepciones deportivas y la sensación de vacío tras el adiós a una de las mejores generaciones de la historia del fútbol no fueron suficientes, la crisis institucional y los escándalos que han rodeado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) han terminado de distanciar a la Selección del pueblo.

El batacazo del pasado Mundial, donde España arrancó con la mayor goleada de su historia en el campeonato y acabó con un atasco de época con Marruecos, volvió a poner a cero el contador de ilusión; sin embargo, el título de la Liga de las Naciones y la irrupción de talento y juventud vuelve a dar motivos para que la gente se enganche a la Selección.

¿Puede España ganar la Eurocopa?

La competitividad mostrada por el equipo recientemente (vigente campeón de la Liga de las Naciones, subcampeón en la anterior y semifinalista tras caer en penaltis en la Eurocpa 2021) invita a que la gente crea.

Uno de los mantras que rodean a la actual selección es que, tal y como evidencian sus resultados, es un equipo capaz de plantar cara a cualquier rival. España puede ganar a todas las seleeciones del globo, aunque tiene dificultades para desequilibrar los partidos y vencer con solvencia.

España goza de un bloque con un alto nivel táctico, algo que se repite desde hace años, pero que se ha enriquecido con el paso al frente de varios nombres que llegan a Alemania consolidados como grandes estrellas del fútbol mundial.

Rodri y Dani Carvajal son los dos jugadores que más destacan en sus respectivas posiciones, pero, pese a que esta España no sea la de Casillas, Villa, Iniesta, Torres, Xavi Hernández y compañía, es uno de los conjuntos más temidos por los grandes aspirantes al título. Nadie quiere encontrarse con España, ya que es uno de los bloques más difíciles de batir y de los que más impone su juego al del rival.

El aire fresco que puede impulsar a la selección de España en la Eurocopa llega desde las bandas. Lamine Yamal y Nico Williams pisan una gran competición con España por primera vez en sus cortas pero meteóricas carreras. Los extremos que se perfilan como titulares para Luis de la Fuente son dos de esos jugadores por los que uno queda prendado al televisor durante todo el torneo. Un dato: entre los dos suman 37 años; Jesús Navas, único superviviente de la España campeona del mundo en 2010, cuenta 38 primaveras.

Lamine y Nico son vértigo, descaro, desequilibrio y regate, términos en peligro de extinción en el fútbol actual y que España ha añorado en los últimos diez años. Unai Simón como guía desde la portería, con Carvajal y Nacho, campeones de Champions por sexta vez hace apenas 15 días, como líderes de la defensa, Rodri de faro general en la sala de máquinas y los atacantes mencionados, España presume de una columna vertebral de garantías.

El papel del capitán Álvaro Morata será decisivo. El delantero, quinto máximo goleador en la historia de las Eurocopas, tendrá gran parte de la responsabilidad de catapultar a España a los escenarios definitivos de la competición con su goles. En la retaguardia del gol estará Pedri, que después de su papel decisivo en la última Euro se espera todo de él, pese a que desde entonces ha sufrido muchas dificultades por las lesiones.

La ausencia de una constelación de estrellas como la que destacó a España hace no tanto tiempo da mayor protagonismo al banquillo. En principio, y a la espera de cómo se desarrolle la competición, Mikel Oyarzabal, Dani Olmo, Joselu, Ferrán Torres o los casi debutantes Fermín y Ayoze Pérez apuntan como las opciones a la que Luis de la Fuente les puede ceder el protagonismo para cambiar el plan.