Inglaterra ha conseguido una victoria sobre Serbia con más importancia que brillo gracias a un gol de un inconmensurable Jude Bellingham. El joven no solo ha marcado las diferencias con su diana, sino que se ha multiplicado sobre el césped para tratar de dar sentido al juego de un combinado inglés conformista, que ha sufrido para contener la reacción de Serbia.

La cabeza de Bellingham, tanto en lo físico -con esa parte goleó- como en lo intangible -todo lo bueno que propuso Inglaterra nació en él-, ha salvado a Inglaterra de la decepción en su debut.

El arreón inicial de Inglaterra amedrantó a Serbia. Los Three Lions dominaban por completo mientras los balcánicos se limitaban a tapar fugas en los metros decisivos.

Bellingham, hiperáctivo, daba las primeras muestras del gran partido que dibujaría posteriormente. El todocampista del Real Madrid retrasó su posición para dar criterio a la construcción de un juego que se encargaba de dinamizar Bukayo Saka desde el costado derecho. El diez inglés inició una jugada que encontró el espacio en Saka. El extremo del Arsenal pisó línea de fondo y sacó un centro que Bellingham, de profesión llegador, se encargó de remachar con contundencia.

12 minutos de partido y el Hey Jude retumbaba en Gelserkirchen. Los ingleses disfrutaban de su selección, que durante los primeros 20 minutos abrumó a Serbia. Así lo reflejaba la posesión; 80-20 para Inglaterra, y los rostros de tensión de los serbios.

El 'baño y masaje' que parecía el estreno de Inglaterra en la Eurocopa sufrió un borrón con una pérdida de Trent Alexander-Arnold que a punto estuvo de suponer el 1-1. Mitrovic se hizo con el balón en posiciones de ataque, pero su disparo se marchó fuera.

Inglaterra continuó con su gran despliegue agarrada a un Bellingham total. El madridista aparecía por todos lados, trenzaba jugadas de defensa a ataque y se remangaba para recuperar; sin embargo, poco a poco Inglaterra perdió el control y no terminó de rematar a Serbia.

La reacción balcánica llegó tras el descanso. Los serbios salieron del vestuario con otro aire. La intimidación incial ya estaba olvidada y, con Vlahovic y Mitrovic como principales argumentos, embotellaron a Inglaterra en torno a Pickford.

Serbia creció con el paso de los minutos y dio entrada a más dinamita desde el banquillo. Tadic y Jovic irrumpieron para tratar de poner ese último pase y remate que echaban en falta.

Inglaterra reculaba y Serbia veía que los rostros ingleses ya no mostraban la tranquilidad de la primera parte. Los balcánicos se instalaron en campo británico y subieron aún más la presión con una serie de centros al área con una poblada presencia de atacantes.

Vlahovic probó a Pickford, que repelía a córner y agitaba a sus compañeros para que recuperasen el control de un choque que era de las águilas blancas. Ese mismo saque de esquina hizo que Harry Kane, el gran argumento inglés en ataque, tuviera que despejar un balón que iba directo a gol.

El seleccionador de Inglaterra, Gareth Southgate, esperó al minuto 70 para realizar la primera de las tres sustituciones que haría. Ninguna de las intervenciones del técnico tuvo apenas efecto en el partido, ya que respondían al refresco pero no planteaban variaciones tácticas.

El plan en Inglaterra pasaba por resistir, repeler los ataques serbios y hacer que Bellingham o en su defecto Kane aguantasen el balón. Tanto el diez como el nueve ejecutaron a la perfección su tarea, aunque era el futbolista del Real Madrid el único de los británicos capaz de volver a hacer temblar a los serbios.

Cada intervención de Bellingham tenía un resultado positivo para Inglaterra. Recuperaciones, pases, regates, centros... la acción de Bellingham en su selección es total. Así lo agradecían los aficionados desde las grades, que entonaban el grito de 'Jude, Jude, Jude' al unísono.

El compañero de fechorías de Bellingham, Kane, tuvo en su cabeza la opción de noquear a los serbios tras un gran centro de Bowen, pero Rajkovic y el largeuro le negaron ese privilegio.

Inglaterra terminó el partido más cerca de su portería que de la contraria pese a que en la primera parte demostró cómo de superior a Serbia podía llegar a ser. Los británicos se conformaron con el 0-1 y jugaron con fuego, pero la falta de concreción de Serbia les permitió salir ilesos en su estreno en la Eurocopa de Alemania, donde parten como una de las selecciones favoritas al título.