España ha apabullado a Italia, campeona de la última Eurocopa, y ha sellado su billete a octavos de final. La selección española ha bordado el fútbol y ha superado con suficiencia a Italia, que únicamente ha tirado a portería una vez en los 90 minutos.

La superioridad de España no se ha reflejado en el marcador, ya que pese a las numerosas ocasiones acumuladas ha tenido que ser un italiano y en propia puerta el que decantase el que ya es un clásico de las Eurocopas.

Cuatro goles a favor y cero en contra ponen a España en octavos de final. Y lo hará como primera de grupo. España afronta la tercera fecha de la Eurocopa lanzada y con la tranquilidad de que pase lo que pase finalizará como líder y se encontrará a uno de los mejores terceros en los cruces.

Poco más de un minuto necesitó Nico Williams, uno de los aviones de España, para generar la primera fuga en la defensa italiana. El extremo nacido en Pamplona hizo lo que mejor se le da: desborde y centro para corresponder la llegada de Pedri, cuyo cabezazó se encontró con la sólida respuesta de Donnarumma.

El inicio de España tambaleó a Italia. La presión de los de Luis de la Fuente apretó en la salida a los transalpinos, que eran incapaces de respirar con el balón. A la intensidad española se sumó una gran personalidad y criterio con el esférico. Una descarga de Álvaro Morata lanzó un contraataque que dirigió a la perfección Pedri. El canario condujo hasta los metros de la verdad, donde dividió y abrió para Morata, que se intercambio los papeles con Williams. El madrileño puso un centro magnífico para el vasco, cuyo remate con todo de cara se marchó desviado.

Italia puso remedio al empuje de España, aunque el combinado ibérico negaba la posesión a los de Luciano Spalletti. Una diagonal imparable de Lamine Yamal volvió a levantar a los españoles del sillón. El adolescente se zafó de las entradas de los italianos y consiguió adentrarse en el área. Allí recogió el guante Morata, que se escoró en busca de espacio y cruzó ante la salida de Donnarumma. El meta italiano volvió a negar el gol a España y cuando sus compañeros todavía se reponían del susto tuvo que volver a emplearse al máximo para evitar el 1-0.

Fabián, hasta arriba de confianza después de su estreno con gol a Croacia, probó a su compañero en el PSG con un fortísimo disparo desde lejísimos. Donnarumma exhibió su envergadura con una estirada prodigiosa al ángulo para sostener el 0-0.

El tramo final de la primera parte estuvo marcado por las interrupciones. Italia tiró de ese otro fútbol que tan valioso es en un torneo como la Eurocopa y consiguió eclipar el ímpetu de España hasta el descanso.

La convicción de España se renovó tras el paso por el vestuario. Nico Williams y Cucurella, dos de los más destacados del primer tiempo, cocinaron una triangulación en la que España estuvo a punto de romper el cerrojo italiano con Pedri como ejecutor.

El agujero de Italia, o más bien las amenazas de España, habitaban en las bandas. Nico Williams, que demostró su inspiración en la primera acción del partido, fue con descaro a por el dos contra uno que planteaba la defensa y salió victorioso. El centro del jugador del Athletic Club de Bilbao encontró a Morata en el primer palo. El roce del ariete sorprendió a Donnarumma, que rechazó con apuros el remate. El balón salió disparado del guante del meta y Riccardo Calafiori, apurado por la presencia masiva de españoles en su área, no pudo esquivar el contacto e introdujo el balón en su propia portería.

El gol, lejos de frenar a España, sacó la mejor versión de la selección. La estampida que capitaneaban Lamine Yamal y Nico Williams por las bandas conectó con las llegadas de Pedri y Morata, cuyos intentos acabaron con las intervenciones de Donnarumma.

España disfrutaba y los olés retumbaban en Gelserkirchen. Con el público entregado, un gigante de 16 años llamado Lamine Yamal tramó una de esas maldades que solo se le ocurren a los jugadores diferentes. Diagonal, recorte y zurdazo que se marchó por centímetros, aunque no queda ahí, ya que el joven se permitió el lujo de levantar los brazos para agitar al graderío.

La reacción de Italia, vigente campeona de Europa, no llegó a intimidar a España, que continuó con su festival de fútbol. El hombre más inspirado de España ante Italia, Nico Williams, continuó en su destrozo particular a Di Lorenzo. El 17 trazó la diagonal, explotó, echó el freno de mano y sacó un cañonazo dirigido a la escuadra que se estampó con el larguero.

Con 70 minutos de juego, el 1-0 se antojaba corto; sin embargo, España no fue capaz de matar el encuentro con otro tanto, aunque no hizo falta. La selección española continuó con un plan ejecutado casi a la perfección, ya que lo único que faltó fue acertar en la definición.

Italia, fiel a su carácter, perpetró un arreón final en el que lo más peligroso fue un córner que atrapó sin complicaciones Unai Simón. Donnarumma, el mejor de Italia con diferencia, se encargó de mantener con vida a los suyos hasta el final, pero España no dio opción.