El baño de Portugal a Turquía tuvo varias imágenes sorprendentes. Una de ellas fue el regalo de Cristiano Ronaldo a Bruno Fernandes cuando tenía todo a favor para estrenarse en esta edición de la Eurocopa, aunque la instantánea que más llamó la atención -sin llegar a verse en televisión- fue la invasión de espontáneos que interrumpió el partido en cuatro ocasiones.

Los fanáticos burlaron la inoperante seguridad del Signal Iduna Park, que no pudo retener a los aficionados que saltaban al césped con un único objetivo: fotografiarse con Cristiano Ronaldo.

Un espontáneo se fotografía con Cristiano Ronaldo en el Turquía - Portugal

La mayoría de los 'valientes' tuvieron premio, ya que pese a que la realización de la UEFA sí funcionó a la perfección e impidió que los personajes no invitados a la fiesta se colaran en la retransmisión, la seguridad no hizo lo propio.

Los espontáneos llegaron a tocar y abrazar a Cristiano Ronaldo. Los intentos, en vista del éxito, fueron a más, y hasta el propio futbolista, que mostró una actitud muy amable con los que se convirtieron en protagonistas del tramo final del partido, mostró su descontento con lo sucedido.

Un espontáneo interceptado en el Turquía - Portugal

El astro portugués tenía otra cosa en su cabeza. Con Portugal lanzada, un 0-3 a favor y clasificada como primera de grupo a falta de un partido, Cristiano Ronaldo solo pensaba en su gol.

El de Madeira tuvo alguna que otra oportunidad para definir, pero siempre eligió ceder a algún compañero en mejor posición. Las continuas interrupciones cortaron el ritmo del choque y robaron tiempo al partido. Los 5 minutos de añadido no se jugaron apenas y dejaron a Cristiano Ronaldo más veces junto a un invasor que en posición de remate.