El Georgia - República Checa que abría el día de Eurocopa se ha zanjado con un intenso 1-1 plagado de alternativas que no termina de hacer sonreír a ninguan de las dos selecciones.

El reparto de puntos deja a los dos combinados con 1 punto, por lo que tendrán que conseguir una victoria en el episodio final de la fase de grupos si quieren acceder a los octavos de final.

Una triple ocasión inauguró el partido e hizo un tráiler de lo que sucedería después. República Checa invadió el área georgiana cuando el cronómetro marcaba 1 minuto, pero la figura de un inmenso Giorgi Mamardashvili se multiplicó para mantener el 0-0 inicial.

La República Checa acaparó el control del esférico desde el comienzo y las ocasiones caían por goteo. Una tras otra, los centroeuropeos se topaban con el portero del Valencia hasta que casi por derribo consiguió el objetivo, aunque solo por unos instantes.

Un saque de banda marca convertido en un córner y un aforo masivo de checos en los dominios de Mamardashvili generó una carambola que acabó con el balón en el fondo de la portería. Hlozek celebró el tanto; sin embargo, la llamada del VAR evidenció que, tras varios rebotes, el 9 había anotado con la mano.

El 0-0 y el acoso de República Checa se mantuvo hasta que, en el tiempo añadido, Georgia sacó petróleo de una falta lateral. En primera instancia rozó el gol, pero Stanek repelió el intento de Kashia con un pie prodigioso. República Checa había esquivado el susto, pero el árbitro se echó la mano al pinganillo y de ahí al monitor. Penalti por mano que Mikautadze ejecutó a la perfección para adelantar a Georgia antes del descanso.

República Checa hizo todo menos el gol en la primera parte. La selección liderada por Patrik Schick salió del vestuario con el convencimiento de ir a por el empate cuanto antes, ya que después de la derrota con Portugal el margen de error se había esfumado.

La ofensiva checa abrió la puerta de los contraataques a Georgia, aunque la posibilidad duró muy poco. Después de las numerosas y variadas maneras de buscar el gol, República Checa encontró el premio en un córner. Un cabezazo al palo cuyo rebote se estampó con Shick y 1-1 de la manera más simple.

El empate llegó con más de media hora por delante y, aunque era República Checa la selección que más buscaba el desequilibrio, el reparto de puntos debaja a los dos equipos en una situación muy delicada para la última jornada.

Khvicha Kvaratskhelia trató de poner su toque diferencial para empujar a Georgia, pero el talentoso atacante dedicó gran parte de su partido a un trabajo menos lucido. El tramo final se desarrolló en el campo georgiano, cuyos jugadores daban por bueno el punto, lo que les obliga a ganar sí o sí a Portugal en la resolución del grupo.

La última jugada del partido, con República Checa volcada, brindó un regalo a Georgia. Contra de libro con tres jugados para uno que acabó con un remate alto cuando Lobjanidze tenía todo de cara para conseguir un gol histórico.