La peor versión de Ingalterra en lo que va de Eurocopa ha valido para confirmar el liderato del grupo C. El reparto de puntos a cero con Eslovenia ha sido suficiente tras el otro 0-0 entre Dinamarca y Serbia. Las tarjetas amarillas han decidido el segundo y el tercer escalón de grupo, que se lo han adjudicado Dinamarca y Eslovenia.

El empate -y gracias- con Dinamarca en la segunda joranda alertó a Inglaterra de que certificar el liderato del grupo no iba a ser tarea fácil. Los de Gareth Southgate dependían de sí mismos: una victoria con Eslovenia les quitaba a Alemania del horizonte de octavos y mandaba a los ingleses por el teórico lado débil del cuadro, sin los anfitriones, ni España, Francia y Portugal.

El estímulo del botín no pareció suficiente, ya que Inglaterra arrancó con frialdad su encuentro con Eslovenia. Los británicos custodiaban el balón, pero lo hacían sin profundidad y sin sorpresa. Eslovenia se protegía en su campo y no sufría.

Las novedades en el marcador tampoco llegaban en Múnich, donde se encontraban Dinamarca y Serbia en el otro enfrentamiento del grupo C. La igualdad en el Inglaterra - Eslovenia daba la posibilidad a nórdicos y balcánicos de, en caso de ganar, liderar o conseguir el pase a octavos respectivamente.

Dinamarca rondó la portería de Rajkovic en varias ocasiones y con más sensación de peligro que Inglaterra en su compromiso; sin embargo, el 0-0 se mantuvo tanto en Colonia como en Múnich hasta el descanso.

La vuelta del vestuario dio cierto empuje a Inglaterra, que tenía clara la idea de ir a por la victoria pero no el cómo. Los ingleses transitaban con el balón de un lado a otro, con un control hasta excesivo pero sin mordiente capaz de poner en apuros a los eslovenos, conformes con el empate que, con el 0-0 en el Dinamarca - Serbia, les clasificaba como segundos o terceros en función de las tarjetas coleccionadas con el pitido final.

La decepción se volvió a apoderar una Inglaterra rácana, plagada de estrellas pero ausente de fútbol. La sensación que sobrevolaba el choque era que los británicos preferían fiar su suerte a que nada cambiase en el Dinamarca -Serbia, ya que ellos no iban a descuidar su resultado por buscar el desequilibrio.

En Múnich, era Serbia la que tenía la obligación de dar un paso adelante. Los serbios se volcaron contra la portería de Scheimel, pero la euforia nunca llegó. EL 0-0 invadió el turno de noche de la Eurocopa y resolvió el grupo C con grandes noticias para Inglaterra: líder y por la parte -en teoría- más factible del cuadro, sin España, Francia, Alemania o Portugal hasta la final de Berlín.