La imagen de las lágrimas invadiendo el rostro de Cristiano Ronaldo en plena prórroga de unos octavos de final ya es historia de la Eurocopa.

El astro portugués no pudo contener la emoción tras tener la oportunidad de dejar finiquitada la eliminatoria con Eslovenia. Cristiano Ronaldo se dirigió a los 11 metros con la decisión y el convencimiento de siempre; sin embargo, Jan Oblak dibujó una estirada prodigiosa para repeler el lanzamiento.

La desesperación hizo presa de Cristiano, que pese a contar con más de 15 minutos por delante para resarcirse y conseguir el objetivo, no pudo contener las lágrimas.

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