Francia espera rival para luchar por un puesto en la semifinal de la Eurocopa. La campeona del mundo en 2018 y subcampeona en 2022 ha superado a Bélgica gracias a un gol en propia de Vertonghen cuando el partido estaba a punto de dirigirse a la prórroga.

Una internada de Kolo Muani ha provocado la carambola que sirve a los de Didier Deschamps para eliminar a los belgas y dar un paso trascendental hasta el escenario definitivo del torneo.

El conjunto galo se batirá con el ganador del Portugal - Eslovaquia por un puesto en una hipotética semifinal que tendrá al ganador del España - Alemania.

El lado de la muerte del cuadro de la Eurocopa, en el que están España, Alemania o Portugal, veía el primer gran enfrentamiento del torneo en octavos: Francia, una de las favortitas, y Bélgica, siempre incómoda, se encontraban en los cruces.

Los diablos rojos presentaron una alineación ultra ofensiva, con un solo mediocentro posicional, Onana, y con cinco futbolistas de vocación atacante: Carrasco, De Bruyne, Openda, Doku y Lukaku como punta de lanza. Francia hormigonó aún más su centro del campo, con Tchouaméni, Rabiot, Kanté y Griezmann de enganche a Mbappé y Thuram.

Todas las armas se encontraban en posición de batalla, aunque la dimensión del partido hizo que tanto Francia como Bélgica fueran cautas en su puesta en escena. Los de Didier Deschamps dominaron un arranque más bien aburrido en el que ninguna de las dos selecciones fue capaz de meter en aprietos a su rival.

Un disparo directo de falta de Kevin De Bruyne generó el primer sobresalto en Düsseldorf. El lanzamiento del mago belga se envenenó y a punto estuvo de sorprender a Mike Maignan, que rechazó de una manera tan extraña como efectiva, con los pies.

La ocasión dio aire a Bélgica, que se repuso del control que imponía Francia hasta el momento. La ausencia de alternativas marcó una primera parte en la que Francia gozó de los mejores acercamientos. Un cambio de juego de Tchouameni dio ventaja en la derecha a Koundé, que pisó línea de fondo y sacó un centro teleridigido que Thuram desperdició.

La máscara más famosa del mundo, Mbappé, trató de encontrar la fisura en la zaga belga con sus diagonales. El entremado de Bélgica asfixiaba las carreras de Mbappé, que pese a no poder finalizar con claridad consiguió espacio para sus compañeros. Una de las internadas del fichaje del Real Madrid brindó la oportunidad a Tchouameni, muy presente en área rival frente a Bélgica, pero el remate del centrocampista se marchó alto.

El paso por el vestuario abrió el choque. Francia mostró mayor decisión y se agarró a las diagonales de Mbappé para intimidar a Bélgica. Una vez más, Tchouaméni asomó con peligro desde la frontal del área, pero Casteels respondió con seguridad para evitar la ventaja gala.

La igualdad hizo presa en Düsseldorf y, cuando más apretaba Francia, Bélgica enseñó el colmillo. Una transición lanzada por De Bruyne dejó a Carrasco con todo de cara para fusilar a Maigan hasta que emergió la figura salvadora de Theo Hernández para cortar el intento.

La amenaza de Bélgica volvió a mostrarse en los pies de Lukaku. El tanque belga probó casi sin ángulo, pero forzó un despeje complicado para Maignan, que tuvo que emplearse con mayor dificultad en un disparo poderoso en carrera de Kevin De Bruyne.

La sombra de la prórroga asomaba sobre el césped. Los técnicos movían las piezas en busca de refresco y novedad desde el banquillo, aunque sin mayor intervencionismo. Una de las piezas que apareció en el tramo final, Kolo Muani, se convirtió en protagonista.

El atacante del PSG se internó en el área tras una jugada de lado a lado en la que Francia no daba con el agujero belga. Kolo Muani ganó espacio y sacó un centro que rechazó hacia su propia portería Jan Vertonghen.