Países Bajos continúa en su camino a por la Eurocopa. La selección oranje se mete en cuartos de final tras apear de la competición a una meritoria Rumanía, que tras sorprender en la fase de grupos se despide del torneo.

La selección neerlandesa pisa unos cuartos de final 10 años después y sigue firme en su regeneración tras la huella de la generación dorada que alcanzó la final del Mundial 2010 y la semifinal de 2014.

El Allianz Arena de Múnich se dividía en dos colores, amarillo de Rumanía y Naranja de los Países Bajos. Dos de las hinchadas más ruidosas de la Eurocopa coloreaban un escenario grande, de octavos de final.

Rumanía mostró un punto de energía más de inicio. Los rumanos, que habían liderado su grupo, buscaban continuar con su andanza en el europeo para rememorar sus mejores años, mientras que los neerlandeses querían ejercer su condición de favoritos.

Poco a poco, Países Bajos frenó el ímpetu de arranque de Rumanía y los de Ronald Koeman inclinaron el terreno hacia la meta de Nita. Varios centros y acercamientos después, Cody Gakpo, estrella de Países Bajos, dibujó su diagonal característica para poner el marcador a favor de los suyos.

Una secuencia de apenas cuatro pases bastó a los de Koeman para encontrar a Gakpo lanzado en banda. Recorte y cañonazo al palo corto para superar a Nita y aupar a Países Bajos.

El gol, tercero de Gakpo en la Eurocopa que le pone como uno de los pichichis del torneo, no solo sirvió para adelantar a Países Bajos, sino que allanó considerablemente el camino hacia los cuartos de final.

La ventaja templó al conjunto de Koeman, que disfrutó de sus mejores momentos en los 20 minutos siguientes hasta el descanso. Las llegadas, normalmente por la banda de Dumfries y con Xavi Simons liberado, se sucedieron hasta la media parte. El control de Países Bajos era total y Rumanía se limitó a perseguir sombras con la esperanza de aguantar el resultado hasta el paso por el vestuario.

Xavi Simons, muy duditativo en la definición, desperdició un regalo de Dumfries y Países Bajos llegó a la caseta con un solo tanto de ventaja.

El marcador obligaba a dar un paso adelante en la segunda parte, lo que iba a generar más oportunidades para Países Bajos. Xavi Simons, Memphis y Gakpo se relamían. Países Bajos fue capaz de contener el empuje de Rumanía y acarició el 0-2 de la sentencia en numerosas ocasiones. Malen y Memphis no acertaron a remachar un balón vivo en el área, Van Dijk estampó un cabezazo en el poste y, una vez más Memphis, vio como su falta directa por debajo de la barrera se marchó fuera tras coquetear con el palo.

El 0-1 parecía corto tras 80 minutos, aunque la estrechez del luminoso daba vida a Rumanía. Los rumanos trataron de tirar de orgullo, pero Países Bajos tenía muy controlada la situación. Cuando el partido entraba en la fase del todo o nada en la que Rumanía podía volcarse sin temor a por el empate, la relajación de Dragusin y la insistencia de Gakpo dieron la sentencia a Países Bajos.

El atacante del Liverpool rebañó un balón que Dragusin desprotegió para regalar el 0-2 a Malen, que solo tuvo que empujar a placer para dar la tranquilidad a las decenas de miles de neerlandeses desplazados a Múnich.

Malen, que entró tras el descanso, tuvo tiempo para poner el último clavo en el ataúd rumano cuando el partido agonizaba. El extremo del Borussia Dortmund cazó un balón con Rumanía volcada y enfiló con una conducción vertiginosa hacia la portería de Nita. Un recorte más y definición impecable que puso el 0-3 definitivo.