Novak Djokovic ha superado a Rafael Nadal por 6-1/6-4 en 1 hora y 45 minutos en un enfrentamiento de 46 Grand Slams que ha evidenciado las diferencias entre el serbio, todavía en la cima del tenis mundial, y el español, que afronta uno de sus últimos bailes en París.

La distancia entre dos de los gigantes históricos se ha manifestado sobre la tierra de la pista de recreo de Nadal, lugar en el que ha levantado 14 veces la Copa de los Mosqueteros pero en la que hoy solo ha existido una figura, la de un implacable Djokovic.

Un 40-0 de salida advirtió el propósito de Novak Djokovic, que evidenció su interés en la cita de altos vuelos que se disputaba en la segunda ronda del cuadro individual del torneo olímpico de tenis.

El nivel de tenis subió ya en el segundo juego, primero de Nadal al servicio, que cayó del lado del serbio. El balear se mostró un tanto fallón de inicio y Novak Djokovic aprovechó para golpear primero con el break y ponerse 2-0. La máquina de Belgrado colocó el 3-0 y continuó asfixiando a Nadal desde un revés arrollador para poner el 4-0.

El vendaval Djokovic barrió a Nadal, que en menos de 30 minutos ya estaba con 5-0 en contra. El plan de Nadal no funcionaba con el serbio, que apretaba en cuanto el español dejaba cortas sus bolas, mientras que si el rey de la tierra trataba de profundizar se excedía en sus golpeos.

Con un buen servicio e inmejorable derecha, Nadal consiguió inaugurar su marcador para el 5-1. La presión de Djokovic y la potencia en sus golpes hizo el resto y el serbio apuntó el 6-1 en 39 minutos.

El panorama siguió la tendencia negativa para Nadal en el segundo set, ya que encajó el break a las primeras de cambio después de toparse con la red en varias ocasiones. La frescura no estaba del lado de Nadal, que era incapaz de mantener el ritmo impuesto por Djokovic.

El nivel del serbio cerraba todos los caminos posibles a Nadal, que pese a levantar a la Philippe Chatrier con golpes de campeón no podía contener la avalancha de Djokovic. Juego en blanco para consolidar la rotura y un 2-0 que complicaba más todavía la proeza a la que aspiraba Nadal.

Djokovic continuó con su empuje y negó cualquier regalo a Nadal, que sufría para sumar cada punto y volvió a encontrarse con otro break en contra que le dejaba con un Everest delante.

Una montaña inabarcable para Nadal, un ochomil inhumano, es lo que se encontró el español en la segunda ronda del torneo individual de los Juegos. Nadal, siempre Nadal, se aferró a la tierra parisina y forzó a la máquina serbia hasta el último momento.

El primer break para Nadal llegó cuando Djokovic se encaminaba a cerrar el partido y el español levantó el murmuro entre una grada que, con 4-3 al servicio para el de Belgrado, sintió que la resurrección del zurdo era posible.

Del 4-0 para Djokovic al 4-4 y saque para Nadal. El festejo de cada punto para Nadal era un grito único en París; sin embargo, la solidez de Djokovic volvió a la pista para conquistar una rotura clave para cerrar su victoria.

Al saque y sin fisuras, Djokovic finiquitó a Nadal en el torneo olímpico individual. El doble campeón olímpico sacó agallas para plantar cara a Djokovic, que tuvo que emplearse a fondo para obligar a Nadal a centrarse en el dobles.