El objetivo de superar las 22 medallas de los Juegos de Barcelona 1992 cada vez está más lejos para la delegación española. La sequía en el medallero de España, congelado desde hace cuatro días, disminuye la expectativa generada en torno a los deportistas españoles, que llegaban a París en el mejor ciclo olímpico de su historia.

Las dificultades en el inicio de los Juegos Olímpicos son habituales para España, que después de conseguir tocar metal con Francisco Garrigós el primer día de competición se las prometía felices.

La sorpresa negativa en esgrima con Lucía Martín-Portugúes, fuera en su debut, y el cruel cuarto lugar de Miquel Travé en C1 eslalon de piragüismo cuando tenía la plata en el bolsillo abrieron un capítulo de decepciones que se ha engrosado con un miércoles negro.

Una mañana de máxima ilusión para España se ha cerrado con una tarde en la que a cada lucha por medalla que afrontaba la delegación ibérica se encontraba con un portazo.

El mayor revés para España se produjo pasadas las 16.00 horas. Fátima Gálvez y Mar Molné se plantaron en la final de tiro en la modalidad de foso como las grandes favoritas después de liderar una manga de clasificación casi perfecta para las españolas, que conseguían una doble representación para buscar la medalla.

Con dos de las seis finalistas en representación de España, Fátima Gálvez y Mar Molné hicieron soñar con un doble metal. Del doblete histórico a una de las derrotas más doloras de los Juegos Olímpicos, ya que Fátima Gálvez y Mar Molné no lograron cerrar su participación con el éxito al que apuntaban.

Mar Molné, que durante buena parte de la prueba estaba en posición de medalla, quedó relegada al cuarto lugar, mientras que Fátima Gálvez, campeona de tiro mixto en Tokio 2020, no pudo reponerse de un mal arranque con cuatro fallos en los cinco primeros disparos, lo que la condenó al quinto lugar.

A punto de repetir medalla en judo

Las pulsaciones de la afición española tambieén se dispararon con el interés generado por los judocas Ai Tsunoda y Tristani 'Tato' Mosakhlishvili; sin embargo, la suerte fue la misma que la vivida en el tiro.

Tato Mosakhlishvili pasó de estar a punto de colarse en la pelea por el oro a tener que conformarse con el diploma olímpico; mientras que Tsunoda, que tuvo que tomar el camino de la repesca tras caer en cuartos de final, fue víctima de un ippon letal de la austriaca Michaela Polleres, tercera del ránking mundial.

En poco más de dos horas España pasó de fantasear con sumar cuatro metales a su medallero -sin descartar algún oro- a encontrarse con las manos vacías. Todo lo que pudo salir mal en la fatídica tarde olímpica del 31 de julio salió mal para España; aunque faltaba uno de los golpes más dolorosos que se podía imaginar.

Adiós a Nadalcaraz

Rafael Nadal y Carlos Alcaraz, esa dupla reunida en busca del oro olímpico en el torneo de dobles, mordió la tierra batida de la Philippe Chatrier ante el muro estadounidense plantado por Austin Krajicek y Rajeev Ram junto a la red.

Los veteranos expertos del dobles asfixiaron la garra y la calidad del dúo español, que pese a contar con 26 Grand Slams en el cuadro individual se vio superado ante la experiencia y el dominio de los americanos.

El rey del tenis español y su heredero fueron incapaces de encontrar respuesta a la determinación de Krajicek y Ram. Los españoles recurrieron a todo eso eso que no se puede ver ni tocar y que tantas veces marca la diferencia en el deporte de élite; pero esta vez no tocaba.

Nadal y Alcaraz cayeron con dignidad y el miércoles negro que comenzó con con una avalancha de ilusión olímpica para España finalizó con la esperanza de que el jueves 1 de agosto, tal y como marcan las previsiones, sea el día en el que Españe ate más metales.