Ayoub Ghadfa, campeón de Europa y bronce mundial de boxeo de peso superpesado +92 kilos, ha certificado a última hora de este viernes una nueva medalla para España tras vencer al armenio Davit Chaloyan por decisión unánime en el enfrenamiento de cuartos de final. Incluso perdiendo en semifinales el púgil español volvería a casa con un bronce, aunque si pasa esa ronda podrá luchar por el oro o la plata. Con la victoria, Ghadfa ya es el primer boxeador español en ganar una medalla en la máxima categoría de peso.

La medalla no se contabilizará aún en el medallero español porque no sabemos su color. Pero después del mal trago que hemos tenido este viernes con la derrota de Rafa Lozano Jr en cuartos de final de la categoría de -48 kilos, el éxito de Ghadfa es todo un subidón. Tras 24 años a cero, desde Sídney 2000, el boxeo español ya se ha asegurado dos medallas en París, después de que el jueves Reyes Pla rompiera la sequía. Es la primera vez en la historia que esta disciplina le da a nuestro país dos metales en unos JJOO, y mañana sábado José Quiles puede darnos la tercera si vence en su pelea de cuartos de final de la categoría de -57 kg.

El combate constaba de tres asaltos de tres minutos cada uno. El primero se lo llevó el español de manera unánime para los cinco jueces. Lo más reseñable fue que se tuvo que interrumpir momentáneamente a falta de 17 segundos para el final para limpiarle a ambos boxeadores sendos cortes que se hicieron tras un choque fortuito de cabezas.

Ghadfa comenzó a carburar y arrancó muy agresivo también el segundo asalto. De nuevo hubo que pararlo para limpiarle la sangre al español y recolocarle el calzón al armenio en un par de ocasiones. Pero más allá de las anécdotas, el español estuvo más activo y golpeó más que su rival, dominando en el ring. Se peleaba como Ghadfa quería, y cuatro jueces lo vieron y le dieron también ese round al español. En el tercero se podía haber permitido ser más conservador, pero volvió a demostrar que era superior a su rival y acabó imponiéndose por decisión unánime. Sin polémicas.

En su debut en estos juegos Ghadfa ya avisó de que había llegado a Francia a dar un golpe sobre la mesa, pues consiguió derrotar al kazajo Kamshybek Konkabayev, bronce en los anteriores JJOO de Tokio en 2021, y se aseguró el diploma olímpico. Pero la segunda victoria de hoy le catapulta a seguir luchando por ser campeón en el mejor momento de su carrera.

Ghadfa, hijo de padres marroquíes, nació en Marbella en 1998. Precisamente sus raíces hicieron que sufriera bullying desde pequeño, motivo por el cual su padre decidió apuntarle a kickboxing para que aprendiera a defenderse. Años más tarde se mudó a Madrid y allí comenzó su verdadera preparación para convertirse en un deportista de élite. Con los años desarrolló la masa muscular que luce hoy, hasta plantarse en los 105 kilos de peso y los 1,98 metros de altura. A partir de ahí comenzó a construirse una carrera que le ha llevado a convertirse en uno de los nombres propios del boxeo español. Y desde hoy, en un medallista olímpico. Por el camino también ha tenido tiempo de licenciarse en INEF.

Fecha y rival en las semifinales

El siguiente obstáculo en el camino de Ghadfa es el francés Djamili-Dini Aboudou-Moindze, que se impuso en el combate previo al ecuatoriano Gerlon Gilmar Congo. De entrada, el español tiene mucho más alcance que su rival, que mide 17 centímetros menos. Aunque eso no garantiza nada, claro.

"Estoy un paso más cerca de mi objetivo, y estoy a la altura de todos [los rivales]. No tengo miedo a nadie ni a nada, solo Dios. En las semifinales vamos a subirnos ahí arriba y a hacer nuestro trabajo para demostrar lo que hemos trabajado durante tantos años", declaró el púgil marbellí en los micrófonos de Eurosport al término del combate, momento en el que quiso agradecer el apoyo que había recibido desde su ciudad, desde toda España y también desde Marruecos.