La Fórmula 1 está llena de detalles. Y, a veces, son ellos los que pueden hacer porque un coche, un equipo o un piloto los lleven a la gloria. Pasó con el equipo Brawn GP y sus difusores, la hibridación estrella de Mercedes con Lewis Hamilton, los escapes soplados del Red Bull de Vettel, los poderosos alerones flexibles... y los inventos de Adrian Newey.

Y ahora es Adrian Newey el que puede volver a hacer porque Fernando Alonso tenga, casi con total seguridad, la última baza de volver a ser campeón del mundo. Probablemente no será en 2025, pero sí pelear por ello en 2026.

Adrian Newey se une al megaproyecto de Aston Martin y Fernando Alonso para construir un coche ganador

Y detrás de esa esperanza hay un montón de detalles, pero hay uno que puede poner la piedra brillante a un sueño que el asturiano lleva persiguiendo 18 años, cuando se alzó con su segundo y último título en Fórmula 1 con Renault, en 2006.

Y para eso, como decimos, no puede haber mejores ingredientes. El español lo hará acompañado de un proyecto de futuro en Aston Martin del que hoy ya hay muchas piezas que, de llegar a colocarse en su sitio, se tendrá la licencia para lograr todos los objetivos que el equipo verde de Silverstone se propuso en su retorno a la competición en 2021.

Todo además de tener a Fernando Alonso como eje principal y estrella de un propósito que lleva en marcha mucho tiempo, y que ya en 2023 dio señales de todo lo que puede dar para revolucionar la Fórmula 1.

Así, el equipo de Fernando Alonso, acompañado de Lance Stroll, los motores Honda, una nueva fábrica ya en funcionamiento y un nuevo túnel de viento que se estrenará en noviembre de este 2024, para una nueva reglamentación técnica como la de 2026, tendrá a su lado al prestigioso Adrian Newey. Un técnico que es el mayor gurú e ingeniero en los últimos 30 años en la Fórmula 1, además de ser el que más coches campeones ha logrado y diseñado.

Adrian Newey, diseñador de campeones

"No luchamos contra Vettel, luchamos contra Adrian Newey", decía el propio Fernando Alonso cuando pilotaba en Ferrari allá por 2010. Esa temporada fue la primera que levantó el piloto alemán al frente del Red Bull RB6. Ese coche, que lo ganó todo y como lo haría después el RB7, RB8, el RB9, y otros muchos hasta los hoy de Verstappen, es idea de Adrian Newey.

Hablamos del ingeniero británico que revolucionó los diseños de los Fórmula 1 para convertirlos en campeones. 13 mundiales y 12 de constructores con Williams, McLaren y Red Bull avalan a este genio del motor.

Adrian Newey posa con el Aston Martin en la fábrica del equipo /AM
Adrian Newey posa con el Aston Martin en la fábrica del equipo /AM

Newey ha trabajado entre otros para Williams, McLaren y Red Bull (y a los tres los hizo ganadores), así como en otros proyectos previos con menor presupuesto y trascendencia como el de Leyton House u otras categorías como en la CART americana, además de haber creado en colaboración con Aston Martin en el desarrollo del Valhalla y con Red Bull Technologies en el del RB17, el que será el primer hiperdeportivo para circuito.

Se puede decir, por tanto, que es un refuerzo de lujo para un proyecto que tuvo su gran espaldarazo en los primeros meses de 2023, cuando el AMR23 logró un rendimiento que permitió a Fernando Alonso volver a pelear por los podios, sólo superado por Red Bull.

La última piedra angular de Aston Martin

La contratación del diseñador británico responde a la tarea que está realizando de un tiempo a esta parte Lawrence Stroll para fortalecer aún más el organigrama de la escudería verde, en la cual ya se encuentran hombres fuertes de la Fórmula 1 como Andy Cowell y Dan Fallows y a la que se sumará también en los próximos meses Enrico Cardile proveniente de Ferrari y al inglés con Red Bull como punto de partida.

En Adrian Newey deposita su confianza el señor Lawrence Stroll, padre de Lance, compañero de Alonso, y propietario de la escudería inglesa, que ha tirado la casa por la ventana (se habla de una inversión superior a los 2.000 millones de euros) para levantar la escudería, la cual anteriormente estaba en manos de Sahara Force India -pasando por varios nombres-.

Uno de los grandes pilotos de la historia con el mejor creador de coches F1

En esas, esta vinculación del británico al equipo de Silverstone llega en un momento importantísimo para todas las partes implicadas, pero sobre todo para Fernando Alonso. Siempre se dijo que el asturiano debía, al menos una vez en la vida, disponer del mejor coche para ganar todo lo que una vez no pudo. Y esa oportunidad se puede dar con el mejor creador y diseñador de monoplazas de Fórmula 1.

Fernando Alonso y Adrian Newey habían verbalizado infinidad de veces su deseo de trabajar juntos. La última, hace solo unas semanas, cuando Fernando bromeaba sobre lo mucho que le gustaría que Newey se uniera al equipo. Quizás Fernando ya sabía algo, o lo supo mucho antes, el día que firmó la renovación en plena sangría de resultados de su equipo. Una decisión que casi nadie entendió pero que ahora cobra sentido.

El piloto asturiano tuvo varias veces en el pasado la posibilidad de recalar en Red Bull pero su fichaje nunca se llegó a producir. Por ejemplo, y como menciona el inglés en el acto, cuando los de Milton Keynes le ofrecieron un contrato para ser piloto del equipo de las bebidas energéticas para 2009, que el español rechazó. Pero ahora sí: la mente más brillante de la Fórmula 1 moderna y el piloto que mejor entiende la parte técnica del 'Gran Circo', juntos en un mismo equipo.

Durante la presentación del aerodinamicista este martes, Alonso habló sobre el fichaje del gran genio de la Fórmula 1 y se mostró realmente satisfecho por haber podido cruzar sus caminos con él después de tantas "luchas".

"Llevamos luchando el uno con el otro muchos años, yo diría que ha sido más una inspiración, porque gracias a Adrian y a sus coche todos mejoramos, los pilotos, los ingenieros, todos los equipos deben elevar el listón para poder competir con él". Una dupla de ensueño que empezará a realizarse desde el mes de marzo de 2025, dos meses después de que se anuncien las normas de 2026, en enero. Una oportunidad para ganar. Y quizá con final feliz.