Luis Rubiales ha utilizado a sus hijas para aferrarse a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Como si de su sueldo dependieran sus tres hijas, Rubiales hizo alusión a ellas para rogar a Jenni Hermoso que saliese junto a él en el vídeo en el que pidió perdón por haberle dado un beso no consentido. Sin embargo, según ha trascendido ahora, Luis Rubiales se negó a pagar una pensión mayor a sus hijas pese al brutal incremento que ha experimentado su sueldo, de hasta un 880%, en los últimos años.

Por ello Rubiales fue condenado el pasado mes de junio por la Audiencia Provincial de Valencia a pagar el doble de pensión alimenticia por cada una de sus hijas. Así lo había solicitado su exmujer al reclamar una revisión ante el aumento exponencial de sus ingresos. Y es que, en 2011 Luis Rubiales obtuvo como rendimiento neto de su trabajo más de 97.000 euros, cantidad que aumentó a 137.000 euros en 2014 y a 253.000 en 2015. En 2019, por su parte, su rendimiento neto del trabajo fue de 458.000 euros y en 2020 lo duplicó hasta los 955.000

«El incremento tan acusado de las retribuciones del actor, debe tener su reflejo en la cuantía de las pensiones de alimentos, y no sólo, como ha decidido la sentencia, en el pago íntegro por el apelado de los gastos extraordinarios», solicitaron los abogados de su exmujer, que en 2020 ganó apenas 26.600 euros netos.

Si bien la sentencia remarcó que las tres hijas de Rubiales no tenían necesidades superiores a las normales de su edad, pese al recurso de apelación presentado por el expresidente de la RFEF, se decretó que pagara el doble de lo que había pagado hasta ahora. Según El Periódico del Mediterráneo, poco más de la mitad de los 1.500 euros que reclamaba su exmujer para cada una de sus tres hijas. Además, la sentencia expone que la cantidad de la pensión alimenticia «se actualizará anualmente de acuerdo con las variaciones que experimente el Índice de Precios al Consumo».

Así ha utilizado Rubiales a sus hijas

Para evitar la situación en la que se ha visto envuelto, antes de grabar el vídeo en el que pidió perdón, Luis Rubiales rogó a Jenni Hermoso: «Mi puesto está en juego, hazlo aunque sea por mis hijas. Necesito que salgas conmigo». Así lo desveló en Espejo Público la periodista de Relevo Natalia Torrente, añadiendo que la futbolista rechazó el ofrecimiento.

Posteriormente, en la Asamblea Extraordinaria en la que se negó a dimitir, y en la que estuvieron presentes sus hijas, declaró: «Quiero dar mi explicación sobre el pico, más que un beso, fue un pico. El deseo que podía tener dando ese beso era el mismo deseo que podría tener dándole un beso a mi hija, aquí no había dominio».

Rubiales, que señaló a una de sus hijas para apoyar dicha afirmación, interrumpió su discurso al ver a ésta llorar. Dirigiéndose a ella le dijo: «Hija mía no llores. Tienes que estar tranquila y contenta, y orgullosa de quién es tu padre». «Tienes que estar orgullosa de quién es tu padre», reiteró.

Por último, afirmó: «La igualdad no es diferenciar, cuando hay una opinión, entre lo que dice un hombre y lo que dice la mujer. Hay que diferenciar entre la verdad y la mentira. Yo estoy diciendo la verdad aquí. Hijas, aprendedlo, es una lección de vida. Vosotras sí que sois feministas de verdad, no el falso feminismo que hay por ahí».