Micah Richards, que jugó durante diez temporadas en el Manchester City, causó baja por disparatados motivos. Si el pasado mes de septiembre confesó que se lesionó practicando sexo, ahora ha contado cómo, tras tomarse diez copas, le pidió a Manuel Pellegrini, con el que coincidió en el conjunto inglés, no jugar.

«Volvía de una lesión, sabía que no iba a jugar. Llegamos al hotel el día antes del partido y normalmente quitan todo el alcohol del minibar, pero no lo hicieron en mi habitación. Entonces pensé, ‘acabo de volver de una lesión, no voy a jugar, me voy a tomar una’. ¡Una se convierte en dos, dos se convierten en tres, y cuando me quise dar cuenta me había bebido diez», contó Micah Richards en el podcast The Rest is Football.

El exfutbolista de 35 años, que actualmente ejerce como comentarista para la BBC y Sky News, continuó diciendo: «Los fisioterapeutas y los jugadores tienen una relación diferente que con el entrenador. Por eso, el médico y el fisio siempre intentan protegerte si pueden». «¡Nunca he estado tan nervioso en mi vida!», confesó Micah Richards a Alan Shearer y Gary Lineker.

Haciendo alusión al que por aquel entonces era el entrenador del Manchester City, agregó: «Manuel Pellegrini me llamó y me preguntó: ‘¿Juegas o no juegas?’. Le dije: ‘No estoy listo, jefe, mi tendón de la corva no está bien’».

La realidad es que Micah Richards les dijo al médico y al fisioterapeuta: «Anoche estuve muy caliente. Voy a tener que inventar una excusa, no puedo estar en el equipo, simplemente no puedo hacerlo». «Afortunadamente el otro suplente entró y acabó jugando», añadió.

Micah Richards se lesionó practicando sexo

Sobre su lesión, Micah Richards confesó en septiembre que fue por culpa de practicar sexo. «Básicamente, estaba… sí, me estaba 'divirtiendo' y mientras me 'divertía' me deslicé de la cama, estiré la pierna y me dio un tirón en el tendón de la corva… Pero llegué bien al entrenamiento», reconoció.

Entonces, para evitar decir que practicar sexo estaba detrás de su lesión, a quienes mintió el inglés fue a los fisioterapeutas: «Sólo tengo un dolor en la espalda, lo sentí durante el partido, pero realmente no quería decirlo».