"Todo el mundo sueña con el año del centenario de su equipo para tener un camisetón para toda la vida". Pero el anuncio de la nueva equipación del Rayo Vallecano para la temporada en la que celebrará cien años de historia se ha convertido en todo lo contrario a lo que se puede esperar de este tipo de acontecimiento. El club que preside Raúl Martín Presa ha hecho del esperado anuncio de la nueva camiseta (el último equipo de Primera División en hacerlo) el enésimo motivo de enfrentamiento con su afición.

Y es que en una era marcada por las camisetas de fútbol retro, no parecía tan difícil hacer las delicias de una de las hinchadas más fieles de España. Pero el Rayo Vallecano y Umbro, marca que viste al club desde la temporada 2022/2023, han optado por un estilo recargado en el que el logo del centenario ha sustituido a la icónica franja roja como seña de identidad rayista. Un diseño que, desde el momento en el que se filtró, un día antes, ya estaba generando las primeras críticas en redes sociales.

Con el anuncio oficial, desvelado a primera hora de este martes 30 de julio, las sospechas se han confirmado y la nueva elástica del Rayo Vallecano se ha convertido en la gran desilusión de una afición que hace tiempo que perdió la fe en su directiva.

Aun así, con la esperanza de que el rechazo colectivo de sus hinchas sea capaz de revertir esta decisión, la Plataforma ADRV ha emitido un comunicado en el que llama a todos los rayistas a que se movilicen pidiendo que regresen los símbolos del club en las nuevas equipaciones. "No podemos aceptar vivir los 100 años de nuestro equipo sin su símbolo más sagrado", se han quejado a través de un post en la red social X.

Una nueva decepción para la afición rayista

En un momento crucial para su historia, este club que siempre ha sacado a relucir su orgullo de barrio no para de coleccionar decepciones que contrastan con el buen hacer deportivo de su equipo, que ha sido capaz de mantenerse cuatro temporadas seguidas en la máxima categoría.

La amenaza aún pendiente de perder su emblemático Estadio de Vallecas, la degradación de la sección de fútbol femenino, el enfrentamiento de la directiva con Trejo, su querido capitán, las polémicas y tardías colas para renovar el abono cada temporada (aún no hay campaña de abonados para la 24/25, que empieza en dos semanas). La lista de razones por las que en cada partido en casa se puede escuchar aquello de: "Presa vete ya" suma una nueva afrenta, que aunque no deja de ser simbólica, reaviva un sentimiento de decepción que hace todavía más la separación que existe entre la grada y el palco.