La llegada al mercado del Lancia Ypsilon va más allá del mero lanzamiento de un nuevo modelo. Supone asimismo el renacimiento de Lancia, una firma de automóviles de lujo centenaria que hasta el momento únicamente tenía presencia en el mercado italiano con un solo modelo, el anterior Ypsilon. Ahora la marca italiana vuelve con fuerza tras unos años en el dique seco, avalada por los 118 años de historia desde que se fundara en 1906. Vuelta que efectúa de la mano del nuevo Lancia Ypsilon para ofrecer a Europa lo mejor del diseño italiano, un vehículo que cuenta con pasaporte español al fabricarse en exclusiva en la factoría de Stellantis de Figueruelas (Zaragoza),  y cuya misión es reforzar la oferta premium del grupo Stellantis. 

La planta de Figueruelas cuenta con una dilatada experiencia en la fabricación de automóviles, ofreciendo los elevados estándares de calidad que demanda un producto lujoso como el Lancia Ypsilon. Desde su inauguración, en 1985, ha producido 15,5 millones de coches de cinco marcas y un total de veinte modelos, en tanto su aportación a la electrificación queda rubricada por esos 44.123 vehículos eléctricos (BEV) producidos en 2023. 

Las primeras entregas del nuevo Lancia Ypsilon a clientes españoles  están previstas para los próximos meses de noviembre y diciembre. Desde octubre  la marca ya cuenta en España con 10 concesionarios o exposiciones premium (Casa Lancia) más 20 servicios oficiales o puntos de postventa. A estas instalaciones se sumarán a lo largo de 2025 otras 10 exposiciones premium y 10 puntos de postventa. Pero si el nuevo Lancia Ypsilon da el pistoletazo de salida al renacer de la marca, también supone el inicio de una ambiciosa hoja de ruta para el lanzamiento de nuevos modelos. A mediados de 2025 dará comienzo la comercialización del Ypsilon HF, y en 2026 debutará el Gamma, un refinado crossover de 4,7 m de longitud que se inscribirá en el segmento D-SUV. Como colofón, en 2028, está prevista la llegada de un turismo que recupera un nombre mítico, el nuevo Lancia Delta. Con 4,4 m de longitud contará con armas suficientes para pelear en el concurrido segmento C de lujo.

Elegancia inspirada en los clásicos

El diseño del nuevo Lancia Ypsilon es impactante y tremendamente personal vista la carrocería desde cualquier perspectiva. Tan personal que se transformará en uno de esos iconos del automóvil que bajo ningún concepto se mimetizan entre el resto de coches del tráfico rodado. Todo lo contrario, destacará su inconfundible silueta tanto de cerca como de lejos, siendo prácticamente imposible confundirlo con un vehículo de cualquier otra marca. Es uno de esos coches que de inmediato se le identifica, no pasa desapercibido. Pero Lancia es sobre todo elegancia, además de lujo por el detalle.  El frontal del Ypsilon rememora la histórica parrilla de Lancia, con la tradicional copa (calice) reinterpretada en clave moderna mediante tres rayos de luz  led; copa que sirve de soporte a las letras Lancia elaboradas en acero inoxidable satinado. La delantera asimismo bebe de otras fuentes de inspiración, como el Lancia Beta Montecarlo, en base a utilizar una franja en negro brillante en el morro que además en este caso sirve para resaltar dichas letras.

Con respecto a la trasera del Lancia Ypsilon constituye toda una oda a la originalidad. El Ypsilon es de esos pocos automóviles cuya trasera es incluso más representativa que el propio frontal. Reproduce con fidelidad la del legendario Lancia Stratos, especialmente a través de esas ópticas redondas de led cuyo interior alberga la letra Y dispuesta horizontalmente. Todo un elemento de diseño como el escudo de la marca colocado en el montante trasero. Entre estas ópticas traseras una banda en negro sirve de marco a las letras Lancia.

Refinado interior

Tan espectacular como el diseño exterior es la concepción del interior, elaborado en colaboración con Cassina, diseñador y fabricante de muebles de lujo e interiorista que fusiona la más pura artesanía con las más modernas tecnologías, también a nivel de materiales. Sirva como ejemplo, el revestimiento de la parte superior de las puertas confeccionado en polvo de mármol, muy suave al tacto e impermeable. En el apartado del equipamiento porta elementos propios de segmentos superiores, como es el caso de los asientos delanteros eléctricos, calefactados y con masaje. Pero si hay algo que caracteriza el interior del Ypsilon es la mesita redonda (Tavolino) que preside la consola central, que forma parte del equipamiento de serie de todas las versiones. 

Dicha mesita acoge la superficie de recarga inalámbrica para smartphone  mientras su parte delantera conforma un espacio para dejar objetos, que en el caso de las versiones Cassina va recubierto de cuero azul. Delicioso tanto a la vista como al tacto el tapizado aterciopelado de los asientos, dentro de la más pura tradición Lancia. Unos asientos que, por cierto, son muy cómodos. 

El salpicadero aún siendo de corte minimalista está cargado de atractivo. Originalidad a raudales a base de líneas rectas y superficies planas sobre las que reposan la pantalla que oficia de cuadro de instrumentos y la del sistema multimedia, ambas de 10,25 pulgadas y personalizables tanto en términos de diseño como de colores. No están colocadas de manera contigua sino en distintos planos, lo que le personaliza frente a la actual tendencia de situarlas una a continuación de la otra, haciendo bloque. Bajo la pantalla multimedia se ubican las salidas centrales de aire, y a continuación un panel con botones convencionales para el manejo del sistema de climatización. El Ypsilon estrena el sistema multimedia SALA (Sound Air Light Augmentation)  para las funciones de audio, climatización e iluminación, permitiendo ajustar el ambiente en el interior del vehículo con tan solo pulsar un botón o mediante voz. 

Dos propulsores y tres acabados

La gama Lancia Ypsilon alberga dos propulsores. El modelo eléctrico (Elettrica) es el primer coche 100% eléctrico de la marca. Va propulsado por un electromotor que arroja 156 CV e incorpora una batería de 51 kWh de capacidad  que le autoriza una autonomía en ciclo combinado WLTP de 403 km, pudiendo estirarse hasta los 500 km en conducción por ciudad. En cuanto al consumo oscila entre los 14,3 y los 14,6 kWh/100 km, unas cifras muy contenidas. Llegada la hora de cargar la batería, con una carga rápida de 24 minutos se pasa del 20% al 80% de la capacidad o bien en 10 minutos se obtiene energía suficiente para recorrer 100 km.  El modelo híbrido (Ibrida) va propulsado por un motor de gasolina de 3 cilindros en línea con 1,2 litros de cilindrada (100 CV) que adopta un sistema de hibridación ligera de 48 V (MHEV). Este propulsor lleva asociado un motor eléctrico de 29 CV que en determinadas situaciones de conducción propicia que el vehículo pueda efectuar hasta un 25% del recorrido en modo eléctrico, mientras para la transmisión recurre a una caja de cambios automática de doble embrague e-DCT de 6 velocidades. En el capítulo de las prestaciones firma una velocidad máxima de 190 km/h, acelerando de 0 a 100 km/h en 9 s. Ambas motorizaciones pueden combinarse con los tres niveles de equipamiento propuestos: Ypsilon, Ypsilon LX y Edizione Limitata Cassina. 

La Edizione Limitata Cassina es una versión especial de lanzamiento limitada a  1.906 unidades, el año de la fundación de Lancia. Los precios para los modelos híbridos (Ibrida) oscilan entre 23.900 y 28.000 euros, en tanto para los eléctricos (Elettrica) se mueven entre 34.500 y 39.500 euros. El Lancia Ypsilon se ha desarrollado sobre la plataforma CMP2, que también utilizan el Opel Corsa y el Peugeot 208. Ahora bien, esto no significa que el Ypsilon no tenga su propia identidad. Para ello esta plataforma ha sido ensanchada 2,4 cm y, lo que es muy importante, utiliza una suspensión específicamente desarrollada para él. De esta manera se mejora tanto la respuesta dinámica como la agilidad, aunque tampoco se ha descuidado un área tan importante como es el confort, para lo que se ha llevado a cabo una notable mejora en la insonorización. 

Confort de marcha y aplomado rodar

Desarrollado sobre la plataforma CMP2, con una longitud de 4 m, el nuevo Lancia Ypsilon de inscribe en el segmento B. Ha crecido bastante con respecto a su antecesor, cuyo largo era de 3,84 m, un tanto a caballo entre la parte alta del segmento A, eminentemente urbano, y el segmento B. Pero ahora el nuevo modelo sin renunciar a su vocación urbana da un gran salto, transformándose en una buena opción para largos viajes por carretera; es más que un coche urbano. 

Dada la orientación especialista o premium de Lancia y los pilares sobre los que se sustenta, tales como lujo, distinción, confort de marcha, diseño o elegancia, el Ypsilon cuenta con muy pocos rivales. Prácticamente se reducen al Audi A1 (4 m) y al Mini de 5 puertas de la nueva generación que está por llegar, la longitud de su antecesor era también de 4 m. Así pues estos son los rivales naturales del nuevo Ypsilon, que juega (lo mismo que el Mini) con la gran baza de su icónico y personal diseño, inconfundible en el tráfico desde cualquier perspectiva, de cerca o de lejos. Además cuenta con uno de los maleteros más capaces del segmento B y el de mayor capacidad entre sus rivales premium, con un volumen de 352 l el modelo híbrido (Ibrida) y 309 l la versión eléctrica (Elettrica).Al volante del Lancia Ypsilon se percibe esa particular a la par que lograda  puesta a punto de la suspensión que le confiere un magnífico tacto de conducción. Aunque comparta la plataforma CMP2 de Stellantis con modelos como el Peugeot 208 o el Opel Corsa, la puesta a punto del chasis marca la diferencia. La dirección tiene un tacto muy agradable y comunica muy bien con la carretera, en tanto la suspensión ofrece una pisada firme. En la misma línea los balanceos de la carrocería son muy contenidos. Es una suspensión más bien dura, muy bien afinada, pero que filtra y absorbe a la perfección las irregularidades del asfalto. Con estas premisas Lancia ha logrado un notable confort de marcha, el que pretendía, sin necesidad de recurrir a una suspensión blanda. Un confort de marcha al que también contribuyen unos asientos muy cómodos, que invitan a largos viajes, así como el logrado aislamiento acústico del habitáculo.