Son auténticos palacios islámicos, solo que en vez de lugares de culto servirán para alojar trenes de alta velocidad que surcarán el desierto arábigo. Pertenecen al proyecto del AVE a La Meca que realiza el consorcio Al Shula, integrado por 12 empresas españolas; pero no son españoles quienes construyen las estaciones sino un conglomerado predominantemente saudí, tras ser diseñadas por arquitectos de prestigio mundial. Y tienen problemas, muchos problemas.
De las cinco estaciones de tren palaciegas que debían haber sido entregadas al consorcio español de Al Shula ni una ha llegado a tiempo, a pesar de que la entrega (handover en inglés, término que repiten los expatriados contactados por este medio) tenía que haberse producido hacia la primavera de 2014, confirman portavoces oficiales. Dos años y pico de retraso y ninguna terminal conferida, aunque una de las cinco está a punto, la de la ciudad denominada KAEC (King Abdullah Economic City, la nueva capital saudí de las finanzas creada en 2005).
Otra estación, la de Medina, está terminada al 80%. Al resto ni se las espera en el corto y medio plazo. El coste de las cinco supera los 2.000 millones de euros. “Los saudíes hicieron un paripé, una especie de entrega con KAEC y Medina. Pero no tenemos nadie allí de Renfe, Adif o Ineco u otra de las empresas. A nadie de mantenimiento. A veces hacemos visitas oportunas, como si fuéramos turistas”, dice un trabajador.
Las otras tres estaciones son la de La Meca, la de Yeda y la que se encontrará junto al aeropuerto de Yeda –el más grande de la monarquía wahabita-, conocido como KAIA (King Abdulaziz International Airport). El de La Meca y Medina fueron adjudicados al Grupo Bin Laden, un emporio del sector de la construcción dirigido por familiares del terrorista Osama Bin Laden. El Grupo Bin Laden quebró en mayo y despidió a casi 80.000 trabajadores. Su bancarrota retrasó todavía más la fecha de la entrega.
La de La Meca no se entregará al consorcio Al Shula porque al estar en tierra santa solo se permite el acceso a musulmanes; la estación de Medina –el otro lugar sagrado y vedado a los no islámicos- no tiene ese problema, porque se encuentra unos kilómetros fuera de esta urbe. El AVE que construyen los españoles, el más caro conseguido en territorio extranjero (6.700 millones de euros), pretende unir los 500 kilómetros que separan La Meca de Medina.
La otra constructora que hará las terminales ferroviarias de KAEC y Yeda es el Saudi Oger Joint Venture. Cuatro de las estaciones han sido diseñadas por el arquitecto inglés Norman Foster. La quinta, la del aeropuerto de Yeda, fue adjudicada al estudio Atkins, también muy notorio.
“Las estaciones de Yeda y Meca están paradas por la quiebra de los Bin Laden”, comenta una fuente de Ineco. “Tampoco se ha empezado el ramal que va de la estación al aeropuerto internacional de Yeda, que será una estación cul-de-sac (sin salida)”, agrega esta persona, quien lamenta la demora.
Estaciones majestuosas
Más allá de los retrasos y las bancarrotas de los proveedores, “las estaciones están muy bien”, opina la misma voz de Ineco. “Ya quisiéramos tener esas estaciones en España, que son tres veces Atocha y van a estar infrautilizadas”. Al poco de ser asignado el contrato en octubre de 2011, el plan de negocio de Al Shula hablaba de un tráfico de 60 millones de viajeros por año. Un número que cae por debajo de la mitad en la actualidad.
Otra fuente de Adif incide en los problemas pero confía en poder gestionar pronto la terminal de KAEC. “No hemos dado fe con nuestra ingeniería de que puedan estar operativas. El proceso es siempre lento y tedioso en Arabia: quedan por recibir los manuales de operación; queda el aprendizaje de las estaciones; quedan los esquemas, los certificados de protección, los de energía… Queda mucho”.
En el interior, las empresas españolas, previsiblemente Adif, se encargará de la comercialización de pasajes de tren además de la información al viajero. Orientadas al sol para permitir el rezo, la estación de La Meca será de color oro, la de Medina verde, la de Yeda color púrpura y la de KAEC una combinación de azul y plata.
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