Poner en duda, hasta el extremo, la veracidad del listado de gastos presuntamente realizados con su tarjeta black. Ésa ha sido la estrategia de defensa de Gerardo Díaz Ferrán, exconsejero de Caja Madrid y expresidente de la patronal CEOE, durante su interrogatorio en el macrojuicio por el uso de las Visas presuntamente opacas por parte de consejeros y directivos de la entidad.
Según el famoso documento Excel que incluye la relación de gastos de cada acusado, Gerardo Díaz Ferrán realizó abono por importe de casi 94.000 euros en apenas dos años (a pesar de que fue consejero de la caja durante seis ejercicios). “No reconozco esos gastos. No puedo precisar cuántos están mal porque no tengo los recibos firmados por mí para comprobarlo, pero me gasté como mucho la mitad de lo que pone aquí”.
"No reconozco ningún gasto que no sea en restaurantes. Me gasté como mucho la mitad de lo que se me acusa"
Díaz Ferrán ha subrayado que todos los gastos que realizó fueron para pagar comidas en las que se reunía con empresarios en calidad de representante de Caja Madrid y que los encuentros los utilizaba para captar nuevos clientes para la entidad en plena crisis. “Conseguí muchos clientes para la caja con esas comidas. De ahí que utilizara la tarjeta para pagarlas. Consideré que no tenía por qué pagarlas yo. Invitaba Caja Madrid”.
“No reconozco ningún gasto que no sea en restaurantes, y no todos, muchos están claramente duplicados. No hice ningún otro tipo de gasto con la tarjeta”, ha explicado. En concreto ha calificado de “mentira” un cargo por importe de 6.000 euros en el que no se especifica el concepto. “Esta hoja es papel mojado”, ha dicho del documento Excel elaborado por Bankia con los extractos de gastos. “No sirve para nada. Es una hoja que tiene miles de errores”.
En los restaurantes de su cuñado
Según el documento, Gerardo Díaz Ferrán realizó la mayor parte de los gastos en comidas en restaurantes propiedad de su cuñado Arturo Fernández, exvicepresidente de la CEOE y expresidente de la patronal madrileña CEIM. Díaz Ferrán abonaba comidas por grandes importes, entre 1.200 y 1.800 euros (siempre cifras redondas), en restaurantes como Cantoblanco, Casa Arturo, Nicolasa, Edelweiss…, integrados en el grupo empresarial de su cuñado.
Arturo Fernández, que también es uno de los 65 acusados del macrojuicio de las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia, ha declarado esta misma mañana durante el interrogatorio que se trataban de pagos a cuenta que posteriormente se liquidaban.
“El señor Díaz Ferrán era un magnífico cliente”, ha dicho Fernández. “Los buenos clientes, que pueden organizar reuniones y comidas de trabajo de manera permanente en los restaurantes, suelen entregar dinero a cuenta, cantidades fijas. Y al final del mes o del trimestre se liquida la cuenta con los gastos concretos realizados”, ha expuesto.
Díaz Ferrán, por su parte, ha matizado que en muchas ocasiones en vez de pagos por adelantado se trataba de abonos de comidas adeudadas. “Arturo ha sido muy elegante al decir que pagaba por adelantado, Casi siempre le pagaba con retraso y le debía dinero”.
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