El grupo estadounidense Cordish, que la semana pasada anunció un megacomplejo de ocio (y juego) en el madrileño Corredor del Henares tal y como adelantó El Independiente, empieza a mover lentamente sus fichas. Tras presentar su proyecto denominado Live! Resorts Madrid, que supondrá una inversión de 2.200 millones en la localidad de Torres de la Alameda, la idea de la familia Cordish es pulir el proyecto y tener los detalles completamente perfilados en el primer semestre de 2017. Y entre sus planes está pedir a Fomento una estación de Cercanías y un acceso a la autovía, previsiblemente la del Nordeste (Madrid-Barcelona) conocida como A-2.
Así lo ha podido saber este medio a través de fuentes de la operación: la idea de la compañía de EEUU radicada en Baltimore es beneficiarse del estatus que el Gobierno regional de Ignacio González diseñó en 2012 a medida de Eurovegas con el que, entre otros beneficios, podría eludir el permiso del ayuntamiento torresano. Pero también quiere que Renfe (que depende de Fomento) amplíe su servicio de Cercanías y que el ministerio que dirige Íñigo de la Serna le facilite un ramal a la autovía.
A-2, M30, M40 y radiales
Cerca de Torres de la Alameda, además de la A-2, transcurren las autopistas radiales de peaje R-2 y R-3 y también la M-40 y la M-50, que rodean la capital. Por su parte, la prolongación de los Cercanías tendrían que hacerse bien desde la estación de Alcalá de Henares, bien desde Torrejón de Ardoz. Fuentes ferroviarias indican que la extensión del tren regional desde el segundo municipio a priori parece técnicamente más viable que desde Alcalá.
Quedan por conocer muchos pormenores de la petición, como saber si el Cercanías que Cordish reclama o el acceso a las grandes carreteras desembocarían directamente en los terrenos donde se asentará el megacomplejo (130 hectáreas) o si igualmente llegarán a Torres de la Alameda, cuyo consistorio tutela el socialista Carlos Sáez. De momento, no es más que una demanda sin concretar, a pesar de que los representantes de la firma norteamericana aseguraron el pasado 1 de diciembre en una rueda de prensa en el Hotel Palace de Madrid que su mastodóntico proyecto tendrá "una inversión totalmente privada".
Merma recaudatoria
El decreto 08/2012 ("un traje a medida de Sheldon G. Adelson", según calificó entonces la oposición en bloque a Ignacio González) establece la potestad de declarar un proyecto Centro Integrado de Desarrollo (CID). Y los Cordish, que argumentan la creación de 56.000 puestos de trabajo, quieren beneficiarse de los parabienes que concede la categoría, como confirman portavoces del equipo de Cristina Cifuentes.
Entre otras regalías -aparte de esquivar la licencia municipal para construir, competencia que recae en la Comunidad-, un megacomplejo como Live! Resorts Madrid pagaría menos en concepto de edificabilidad que cualquier otra obra haciendo uso del 08/2012. En otras palabras, el decreto merma la capacidad recaudatoria de los ayuntamientos madrileños.
Los beneficios de la normativa de 2012 son enormes. Ésta agiliza las expropiaciones y convierte al promotor en propietario único del suelo. Subordina los planes urbanísticos locales al proyecto, aunque Torres de la Alameda carece de un plan general. Y erradica el límite de tres alturas, aunque el Gobierno de Cifuentes ya eliminó esta prohibición vertical. Ahora está por ver si el grupo Cordish aumentará las reclamaciones a las autoridades públicas competentes para su futuro megacomplejo, si finalmente se erige en la zona del Henares.
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