Los españoles siguen pagando la enorme deuda que acumuló el sistema eléctrico español, y continuarán haciéndolo durante más de una década. Y ahora también los ciudadanos han de abonar la nueva deuda generada en el sector del gas. Para cubrir una y otra este año asumirán el pago de 3.038 millones de euros a través de sus recibos.
El sistema eléctrico arrastra aún una deuda de 23.000 millones y el gasista la dispara hasta 2.470 millones
El sistema eléctrico español acumulaba una deuda de aún 23.070 millones de euros al cierre del año 2016 (un 7,9% menos que un año antes) y la del sector del gas escaló hasta los 2.471 millones (disparándose un 66% por el reconocimiento de nueva deuda generada entre 2004 y 2014). En total, los españoles deben más de 25.500 millones al sistema eléctrico y al gasista.
Este año los ciudadanos abonarán con su recibo de luz 2.838,3 millones de euros para tapar el agujero del sector eléctrico (la herencia del famoso déficit de tarifa del sistema). Y a esa cantidad se le suma los 199,9 millones de euros que se incluirán en los recibos de gas para cubrir la deuda del sector, la mayoría provocada por el fiasco del almacén subterráneo Castor.
Una década más de agujero eléctrico
El sistema eléctrico español llegó a tener un agujero que rozó los 29.000 millones de euros. Ésa era la deuda que los consumidores españoles acumularon porque lo que pagaban con sus recibos de luz no era suficiente para cubrir todos los costes reconocidos del sistema. No sólo los costes reales (lo que cuesta producir la electricidad y llevarla hasta los hogares), sino también los costes que la regulación había creado de manera adicional.
Los consumidores en un primer momento debían esa cantidad a las propias compañías eléctricas, que eran las que durante años asumieron la diferencia y financiaban el desfase entre ingresos y costes reconocidos, el famoso déficit de tarifa.
La CNMC reclama al Gobierno destinar ya los superávit eléctricos de los últimos años a amortizar parte de la deuda
Pero a partir de 2011 ese milmillonario agujero se fue titulizando y las eléctricas fueron cediendo los derechos de cobro de la deuda a fondos de inversión y bancos. La gran mayoría de la deuda se cedió a través de colocaciones en el mercado que realizaba el Fondo de Titulización del Déficit del Sistema Eléctrico (FADE), pero no sólo.
Actualmente a los españoles aún les queda por pagar 18.428 millones de euros del FADE, que no se liquidará hasta 2028. Pero a esa cantidad se le debe sumar otros importes cuyo cobró se cedió a través de otro tipo de colocaciones (déficit de 2005, déficit de 2013 y déficit ex-ante), y que elevan la deuda pendiente hasta un total de 23.070 millones.
Al colocar en el mercado a entidades financieras la deuda del sistema eléctrico, los españoles reparten el pago durante quince años para no tener que afrontar de una vez el abono, pero también tienen que asumir los intereses de aplazar los pagos. De los 2.838 millones de euros que pagarán este año los españoles, casi 766 millones corresponden exclusivamente a intereses.
La CNMC: destinar el superávit a pagar deuda
La reforma eléctrica ejecutada la legislatura pasada consiguió que el déficit de tarifa dejara de crecer. Con nuevos impuestos, recorte de retribuciones a las compañías (especialmente las renovables) y también subidas del recibo, en 2014 y 2015 el sistema eléctrico acumuló un superávit conjunto de 1.019 millones de euros.
Además, el Gobierno prevé que 2016 haya cerrado con un nuevo superávit de unos 110 millones y que también se obtenga un saldo positivo en los próximos ejercicios.
Más de la mitad de la deuda del sector del gas es herencia del fiasco del almacén Castor
El superávit acumulado, esos más de 1.000 millones, se guarda en una cuenta bancaria. Pero la CNMC reclama al Gobierno que se destine este saldo positivo a la amortización parcial de la deuda del sistema eléctrico y así poder reducir la cuantía de los intereses financieros.
Así lo estableció, de hecho, el propio Ejecutivo por ley, pero aún no ha elaborado el reglamento para desarrollar la normativa y empezar a aplicarla. La CNMC solicita al Ministerio de Energía que apruebe el reglamento “cuanto antes”.
Una deuda a todo gas
Mientras el sistema eléctrico acumulaba un enorme agujero, el del gas tradicionalmente venía cuadrando sus cuentas y la deuda generada era muy menor. Sin embargo, el fiasco del almacén subterráneo Castor, primero, y la inclusión de la deuda generada por el sector entre 2004 y 2014 –hasta ahora no reconocida formalmente- han disparado el agujero gasista. El sistema gasista cerró el pasado año con una deuda de 2.471 millones de euros, un 66,75% más que un año antes, casi 1.000 millones más por esa nueva deuda reconocida.
Más de la mitad del agujero del sector del gas, hasta 1.327 millones de euros, corresponde a la indemnización recibida por ACS y sus socios tras la paralización del almacén Castor. Una indemnización asumida inicialmente por Enagás, luego trasladada a entidades financieras, y que finalmente pagan los españoles con sus recibos y lo harán durante los próximos 30 años.
Otros 1.018 millones son fruto de los desajustes entre ingresos y costes del sistema entre 2004 y 2014, a los que se suman otros 26 millones por el desfase producido sólo en 2015. Y, además, los ciudadanos también asumen el pago de 98 millones por el encarecimiento retroactivo del gas natural procedente de Argelia tras el laudo arbitral internacional de 2010 que afectó al suministro de Gas Natural Fenosa.
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