El convenio colectivo del sector de seguros, reaseguros y mutuas colaboradoras con la Seguridad Social para el periodo 2016-2019, firmado este miércoles entre las patronales correspondientes ---Unespa, Amat y Asecore- y los sindicatos CCOO y UGT, puede ser el precedente de un gran cambio en las relaciones laborales en España. Incorpora a nivel sectorial -unos 70.000 empleos- una fórmula casi gemela del fondo de capitalización denominado mochila austríaca que PSOE, UPyD, PP y Ciudadanos han ideado implantar sucesivamente desde hace más de una década para reducir la dualidad en el mercado laboral y completar las pensiones públicas.
La mochila austríaca –llamada así por su implantación en el país centroeuropeo— es un fondo de capitalización que acompaña al trabajador a lo largo de su vida laboral y que se nutre con las aportaciones empresariales de acuerdo con un porcentaje de su salario bruto, lo que refuerza su carácter contributivo. Este instrumento está pensado para que el trabajador pueda hacer uso de él en sustitución de la indemnización por despido o para completar su pensión de jubilación en el momento del retiro.
Los sindicatos se han opuesto tradicionalmente a esta mochila austríaca blandiendo diferentes argumentos como que supone el fin de las indemnizaciones por despido y una forma de hacer negocio para las entidades financieras, que son las que gestionan estas cuentas personales. También esgrimen que Austria, un país en el que una gran parte de los trabajadores se jubilan sin pasar por el desempleo, puede permitirse un sistema así, mientras que España arrastra 1,7 millones de parados de larga duración.
Por su parte, los empresarios se han puesto de perfil al respecto y han recelado de la financiación de este instrumento. En su opinión, hay otras fórmulas alternativas a la mochila austríaca que pueden ser más adecuadas para un país como España.
La versión de la ‘mochila’ en los seguros
En efecto, las principales empresas del sector asegurador, que da empleo a unas 50.000 personas, cuentan, por ejemplo, con sistemas de previsión social para sus empleados. Sin embargo, otra parte de las compañías del mismo ámbito, en las que trabajan unas 15.000 personas, no cuentan con instrumentos de esta naturaleza. El convenio viene a llenar ese hueco.
Esta versión de la mochila austríaca, que fuentes próximas al acuerdo aseguran que es “pionero”, se concreta en un seguro de aportación definida de carácter voluntario para los empleados, que sustituye al premio de jubilación existente hasta la fecha y que consistía en un pago en el momento del retiro en caso de producirse a la edad legal.
Este seguro, que también está condicionado a que no se prolongue la vida laboral más allá de la edad de jubilación, se nutre con una aportación de la empresa equivalente al 1,9% del sueldo base del convenio del sector.
La primera aportación se realizará, en el caso de los nuevos empleados, una vez transcurridos dos años desde la incorporación del trabajador, con lo que esta mochila se pondrá en marcha para ellos en 2019. Sin embargo, el derecho a disponer de este seguro solo se consolidará a partir de los 10 años de permanencia del trabajador en la empresa.
Una vez transcurrido este periodo, el empleado podrá recuperar las cantidades acumuladas si se va a otra empresa que cuente con un sistema de seguro similar. También podrá cobrarse en caso de fallecimiento, incapacidad permanente, enfermedad grave o paro de larga duración.
De esta forma, a diferencia de un fondo de pensiones al uso, las cantidades aportadas por la empresa no se quedarán en su tesorería, sino que serán gestionadas por un ente privado y serán un derecho individual.
Cuando PP y Ciudadanos rescataron la mochila austríaca
Esta polémica fórmula fue incluso objeto de análisis en el seno de un grupo de expertos en el año 2010, por mandato de la reforma laboral aprobada durante el último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en ese año. Sin embargo, la idea fue desechada debido a que su financiación requeriría, de acuerdo con el dictamen resultante, una subida de las cotizaciones sociales para poder financiarse.
Sin embargo, la mochila ha vuelto a la palestra en el último año. UPyD la llevaba en su programa de cara a las elecciones del 20-D en 2015, y, más tarde, PP y Ciudadanos la incluyeron en el acuerdo de las 150 medidas de Gobierno. Su objetivo, según reza este texto, es reducir la dualidad del mercado laboral.
Ya en marzo de este año, una vez lanzada la legislatura, la Comisión de Seguridad Social del Congreso de los Diputados aprobó una iniciativa registrada por PDeCAT y apoyada por PP, Ciudadanos y PNV, con el PSOE y Unidos Podemos en contra, que insta al Gobierno a elaborar y aprobar un proyecto de Ley para regular "un nuevo fondo de capitalización para los trabajadores y un nuevo sistema de indemnizaciones por despido". Ahora, el sector de los seguros ha dado el primer paso.
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