En el año 2005, cuando su idea apenas tenía un año de vida, Mark Zuckerberg intentó reclutar a Kevin Systrom para impulsar la plataforma de fotografías de una lampiña red social. Systrom, que por entonces todavía estaba en la Universidad de Stanford, decidió rechazar la propuesta de su amigo y comenzó a trabajar en una cafetería. Poco tiempo después le servía café al fundador de Facebook.
Systrom, que ahora tiene la apostólica edad de 33 años, pasó poco después por Google o FourSquare y terminó forjando una alianza con Mike Krieger para, tras un par de pasos en falso, crear una aplicación con la que los usuarios colgaran sus fotografías. Era octubre del año 2010 y le dieron el nombre de Instagram.
En el primer año de vida, el servicio de imágenes era una joven start up que apenas contaba con seis empleados, una cifra que aumentó hasta los 13 trabajadores 12 meses después. De eso hace ahora justo cinco años, pues un 9 de abril de 2012 Mark Zuckerberg decidió poner un cheque de 1.000 millones de dólares sobre la mesa para comprar Instagram. Fue un comunicado hecho público por Facebook el que confirmaba que ese era el multimillonario precio de una "divertida y popular aplicación para compartir fotos", según rezaba la nota.
En aquél momento el mercado pensó que en la compañía de Menlo Park se habían vuelto locos. Instagram tenía sólo una decena de empleados y no era capaz de generar dinero. Las cuentas lo decían bien claro, en el espacio destinado a los ingresos aparecía el número más redondo de todos.
Aún así, la intención de Zuckerberg era darle una lección a los inversores. Facebook estaba muy cerca de hacer su debut bursátil y su capo quería demostrar que era capaz de hacer crecer cualquier proyecto que se le pusiera entre ceja y ceja. Sobra decir que lo ha conseguido.
Pocos usuarios
No es sólo que Instagram tuviera unos ingresos nulos, es que apenas podía aportar usuarios a la ecuación. En aquella primavera de 2012 Facebook ya tenía 900 millones de usuarios, pero la aplicación de imágenes sólo contaba con 30. Hoy en día el crecimiento es increíble: 1.900 y 600 millones de usuarios respectivamente. En el caso de la red social de fotografías, se trata de un aumento del 2.000%.
El movimiento al neoyorquino no le podía haber salido mejor. El precio pagado para hacerse con la compañía fundada por Systrom y Krieger, que ahora preside el primero de ellos, no fue elevado. Ahora le costaría 30 o 40 veces más, como mínimo. Además, los costes son muy bajos: Instagram apenas tiene 350 empleados, alrededor del 3% del total de la fuerza de trabajo del imperio Zuckerberg.
Desde que tomó las riendas en la sombra, Zuckerberg tuvo muy claro qué hacer con la plataforma de fotos. Hasta septiembre del año 2015 no lanzó el programa de publicaciones patrocinadas para empezar a captar anunciantes, pero a partir de ese momento lo hizo a un ritmo vertiginoso. Hoy en día, cuando han pasado apenas 18 meses, ya tienen más de un millón de anunciantes diferentes y en 2015 los ingresos alcanzaron los 630 millones de dólares, casi 595 millones de euros, para dispararse hasta los 1.500 millones de dólares, más de 1.400 millones de euros, según datos de eMarketer.
El ascenso no se va a parar ahí. Credit Suisse, una de las mayores entidades financieras del Viejo Continente, prevé que los ingresos alcancen los 5.300 millones de dólares, más de 5.000 millones de euros, en el año 2017.
La culpa de ello la tienen los famosos millennials. Más del 60% de los jóvenes estadounidenses tiene Instagram y el número de usuarios de la red social ya supera a los que tienen Twitter, Snapchat y Pinterest juntos.
Los millennials son el grupo de edad más atractivo para los anunciantes. Un estudio de Nielsen explica que los usuarios de Instagram hacen clic en las publicaciones publicitarias hasta tres veces que los de otras redes sociales, lo que explica el espectacular crecimiento en las cifras de ingresos por publicidad.
El dominio no sólo exclusivo en materia de usuarios, también en cuestión de minutos delante de la pantalla de un dispositivo móvil. Según ha afirmado la directora ejecutiva de Facebook, Sheryl Sandberg, uno de cada cinco minutos que usamos el smartphone los pasamos en la red social o en Instagram. Es un dominio que les permite alcanzar un volumen de negocio enorme.
La compra de la red social de imágenes abrió un camino para Facebook que les ha dado muchos éxitos, sobre todo tras repetir el movimiento para hacerse con Whatsapp en 2014 por casi 20.000 millones de euros. Puede que todavía haya muchos valientes que no han caído en las redes de Facebook pero, ¿queda alguien que pueda escapar del imperio Zuckerberg?
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