Miles de británicos estafados han abierto un frente judicial en España por la compra fallida de viviendas sobre plano, esto es, promociones adquiridas por sus compradores antes de entrar a vivir tras consultar el diseño y los planos de las casas. Las probabilidades de ganar son muy altas, el dinero a recuperar va de los 50.000 a más de 100.000 euros, la fotografía de promociones abandonadas como cementerios a lo largo de la costa mediterránea es escandalosa y por eso los bufetes de abogados españoles más rezagados andan estos días a la caza del cliente británico.

Detrás de cada promoción fallida hay un empresario promotor, normalmente en bancarrota tanto si actuó de buena fe como fraudulentamente: muchos se vieron arrastrados por una vorágine imparable de quiebras. Y detrás de cada promotor, una entidad bancaria: los bancos se han convertido en el nuevo objetivo de los demandantes extranjeros, y no solo británicos. Por entidades, Popular, Sabadell y Caixabank, seguidas de BBVA o Bankia, de acuerdo con varias bases de datos que manejan despachos especializados. Grandes bancos golpeados fundamentalmente por las fusiones de las cajas.

No fue fácil: algunos británicos tardaron una década en recuperar sus ahorros

La racha de conquistas judiciales para los consumidores no ha sido fácil: en algunos casos, los británicos tardaron una década en recuperar sus ahorros. Y lo hicieron gracias a una ley del franquismo que protegía al comprador de una vivienda (la 57/1968), derogada y ampliada el 1 de enero de 2016. "Estas victorias de  compradores sobre planos reflejan la solidez del sistema legal y judicial español", afirma María L. de Castro, de Costaluz Lawyers. "La claridad de los jueces en estos castigos ha creado un marco jurisprudencial que frenará en gran medida la especulación y la ilegalidad inmobiliaria".

De acuerdo con una tabla procedente de la abogacía, ha habido 80 sentencias resueltas exitosamente en favor de los consumidores en contra de Caixabank. Otros tantos fallos han afectado al Banco Popular, una treintena de demandas -muy onerosas- dictaminaron contra el Banco Sabadell, medio centenar fallaron contra el BBVA, otra veintena contra Bankia y unas 15 contra el Banco Santander. Finalmente aparece la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunidad Valenciana (SGRCV) con 40 derrotas judiciales aproximadamente. Todo ello en diferentes audiencias provinciales en los últimos tres años.

Bankia, BBVA, la Sociedad de Garantía Recíproca... las entidades son muchas

"Los bancos responden, ya sea como garantes o como meros depositarios de las cantidades", asegura Guadalupe Sánchez, de GM Legal Experts. "Y están respondiendo no sólo por el importe de la entrega a cuenta del precio inicial abonado por el comprador al promotor, sino también por los intereses generados. Y esto supone un incremento de la cuantía de entre el 30% o el 50%, lo que para la banca son muchos millones".

Hasta 100.000 británicos

¿Cuántos afectados hay? Según varios medios británicos, decenas de miles, hasta 100.000 conciudadanos del Reino Unido e Irlanda. No todos denuncian, pero las entidades están siendo rehenes de los pecados de las cajas, cuyo mal se extendió con las fusiones bancarias: la reestructuración financiera arrancó en 2009 y que ahora están pagando los grandes bancos. Por ejemplo, numerosas promociones de viviendas sobre plano fueron avaladas por la antigua caja de ahorros Monte de Piedad y Caja de Ahorros San Fernando de Guadalajara, Huelva, Jerez y Sevilla, que después pasó a ser Cajasol para finalmente ser absorbida por Caixabank.

Promoción fallida de viviendas sobre plano en Pulpí (Almería), casi en la frontera con la Región de Murcia. GM LEGAL EXPERTS

Ahí están los 1.700 contratos sobre plano firmados por compradores mayoritariamente británicos en Trampolin Hills Golf Resort, una promoción en la localidad murciana de Campos del Río que nunca llegó a entregarse. La entidad que ha tenido "que comerse el marrón" -en palabras de un anónimo cercano al proceso judicial- es Caixabank. Y Caixabank también es la entidad entrampada en otra urbanización, Jardines de Manilva (Málaga), 260 casas de lujo cuyos anticipos rondan los 200 millones. Los jueces sentencian en Manilva en favor del consumidor.

1.700 viviendas sobre plano no fueron entregadas en Trampolin Hills, Murcia

Hay más. En casos Ingofersa, una empresa que ejecutó varios pufos inmobiliarios en la costa de Almería y Murcia, los compradores entregaron hasta 30 millones de euros a diferentes bancos avalistas: Caja Murcia (luego BMN, otra entidad bastante afectada por el escándalo de las viviendas sobre plano), Popular y Bankia, que se vio entrampada al absorber el Banco de Valencia.

España es ahora mismo uno de los países más seguros en cuanto a inversión inmobiliaria"

Más ejemplos: Residencial Secuoya en Cuevas del Almanzora (Almería), 100 chalés cada uno a 70.000 euros, casi todos británicos; la entidad que estaba detrás era Bancaja, a la postre Bankia. Y Cala Romántica, 200 chalés en Mallorca de la promotora Terrapolis a 100.000 por vivienda que impactaron de lleno el Banco Sabadell vía la CAM.

Son solo ejemplos, pero no casos aislados: forman parte de una concatenación de quiebras y estafas, unas veces orquestadas por los promotores -que a su vez viven su particular calvario judicial- y otras no. La pérdida de la vivienda afectó a la reputación de las viviendas sobre plano, una práctica habitual en el mundo cooperativista español. "España está ahora mismo promocionada en el extranjero como uno de los países más seguros del mundo para la inversión inmobiliaria en unidades residenciales sobre plano. No hay vuelta atrás", razona la abogada María de Castro, cuya carrera profesional ha gravitado denunciando precisamente esta inseguridad jurídica.

La banca cree que el cliente desistirá de litigar y son reacias a alcanzar acuerdos

Con todo, a diferencia de otro episodio doloso para la banca como las cláusulas suelo, varios abogados señalan que las entidades son reacias a alcanzar acuerdos extrajudiciales a pesar de haber mucho más dinero en juego con las viviendas sobre plano. "Supongo que confían en que el hartazgo de los compradores tras años de lucha judicial contra la promotora que finalmente resulta insolvente les lleve a pensar que nuestros clientes no quieren involucrarse en un nuevo proceso judicial antes de que prescriba la acción", remata Guadalupe Sánchez.