La crisis se llevó por delante una parte de las consumiciones de los españoles en los bares y la peor parte se la llevaron, además, los cubatas. En parte, porque lo que más ha caído es el ocio nocturno -donde más ocasiones de consumo se generaban- y, además, porque las bebidas, en general, se han comportado peor que la alimentación.
Sin embargo, tras 12 años de pérdidas, la vuelta al consumo diurno, el aperitivo, el tardeo o afterwork está consiguiendo hacer repuntar al sector, según los datos presentados por la Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe). Ya en 2015 vivió un punto de inflexión con su primer crecimiento, que este año se ha consolidado con un aumento del 4% en el negocio hasta los 214 millones de litros vendidos en España. En donde más han crecido las ventas ha sido en hostelería, al 5%, con un impulso también de las marcas nacionales, que representan ya casi la mitad del negocio.
Las marcas nacionales representan ya casi la mitad de las ventas de destilados
El auge del turismo también está detrás de estas cifras, ya que el consumo de los españoles, de 6,2 litros por persona al año, se sitúa entre los más bajos de Europa. Otro de los factores que ha contribuido al crecimiento del sector ha sido la exportación. Cuatro de cada 10 litros de destilados que se producen se destinan a la exportación, que creció un 6% en 2016 hasta los 589 millones de euros. Filipinas, México, EEUU y Nigeria son los principales mercados de destino y el brandy la bebida más exportada.
Por categorías, la bebida más vendida es el whisky, por delante del ron, la ginebra y los licores.
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El sector, como reflejan los datos presentados por la Febe, ha alcanzado una aportación al Estado de 7,585 millones de euros y 330.000 empleos, entre directos e indirectos. En cuanto a fiscalidad, al estar sometidas a impuestos especiales, las bebidas espirituosas aportan el 72% de la recaudación por impuestos especiales. El 80% de las empresas involucradas son pymes o micropymes y hay 3.800 centros de producción.
La implicación de la agricultura en el negocio alcanza las 200.000 toneladas de materias primas utilizadas, con 65.000 de uva (el brandy se hace a partir de vino destilado), 62.000 de hierbas aromáticas, 32.000 de bagazo (resto de la uva), 30.000 de maíz, 10.000 de cebada y 1.000 de endrinas.
Esta bebida se suma al aumento también en el sector cervecero y a unas previsiones hosteleras que apuntan a que "un año de récord en empleo, que podría superar los 1,7 millones de empleos en agosto", ha afirmado Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería y Restauración.
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