En el año 1998 la industria española del videojuego vivió el que quizás sea su punto más alto. Commandos, un título creado originalmente para ordenador, alcanzaba el número uno en ventas en 25 países y cerraba el año como el segundo título más vendido, sólo por detrás del todopoderoso Tomb Raider.

Detrás del tremendo éxito de Commandos estaba la empresa española Zed, fundada en el año 1996 por los hermanos Ignacio y Javier Pérez Dolset.

Imagen del videojuego Commandos.

Ese no fue el único pelotazo protagonizado por la start up española. En el año 2009 crearon la película de animación con mayor presupuesto de la historia del cine español, Planet 51, un proyecto que contaba con 55 millones de euros para reventar las taquillas. No hubo fallo y se convirtió en la cinta nacional más vista del curso, un honor que aderezó con el Goya a la mejor película de animación. La facturación de la producción superó los 92 millones de euros.

Fotograma de Planet 51.

La buena marcha de la compañía terminó por atraer capital de grandes inversores. El Grupo Planeta, propietario de Atresmedia, entró en el accionariado, de la misma manera que lo hizo el Banco Santander. También se lanzó a por una parte en el capital Juan Abelló, una de las grandes fortunas de España.

Según se ha sabido después, Planeta se quedó con un 20% de las acciones, para lo que invirtió alrededor de 100 millones de euros. Por su parte, Abelló, a través de Torreal, se hizo con el 10% del capital de Zed. Ambos han denunciado en múltiples ocasiones las maniobras de la cúpula que han terminado por vaciar las arcas.

En los mejores momentos de Zed había más de 200 empleados trabajando para la firma. Los problemas comenzaron en diciembre del año 2014, cuando no pudieron hacer frente a un pago de 9,2 millones de euros de un préstamo sindicado por un total de 140 millones de euros. Poco a poco la plantilla se fue reduciendo y cuando quedaban 120 empleados se realizó un ERE que afectó al 70% de los trabajadores.

Hundimiento

La insolvencia de la compañía desató dos líneas de investigación. La primera se basa en que un socio ruso estaba presionando para intentar deshacerse de Pérez Dolset a través de Zed+, la empresa holandesa, cuando la compañía intentó conquistar Rusia.

La segunda pasa por las maniobras empresariales realizas por Pérez Dolset que han terminado por hundir la compañía, motivo por el que ha sido detenido. Ahora mismo la compañía está en quiebra ante la imposibilidad de un acuerdo entre accionistas y acreedores. Fue el final de una firma que llegó a valer más de 1.500 millones de euros.

La Fiscalía Anticorrupción y la Unidad de Delitos Económicos y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional han detenido este jueves a varios miembros de la familia Pérez Dolset por dañar a sus accionistas en el concurso de acreedores. Las autoridades están rastreando ahora las sociedades que la red tenía en Holanda, en unas pesquisas se remontan al mes de agosto de 2016.

Los investigadores consideran que los administradores de Zed incurrieron en delitos de insolvencia con la liquidación de la empresa, pero además les acusa de administración desleal, fraude y falsedad documental.