Es el mal que afecta a un elevado número de trabajadores cada día: la ansiedad. Desde ahora puede ser considerada un “accidente de trabajo” más. Así al menos lo ha reconocido el Juzgado de lo Social número 1 de Eibar (Guipúzcoa) quien ha resuelto que el ataque de ansiedad sufrido por una trabajadora de la sanidad pública vasca, Osakidetza, estuvo provocada por un exceso de carga de trabajo y por tanto merece la consideración de accidente laboral.

La trabajadora es la responsable del servicio de admisión del Hospital de Mondragón, perteneciente a la red de centros públicos. Según se da por constatado en la sentencia, S. A. M. había advertido en varias ocasiones a sus superiores del exceso de carga de trabajo que venía registrándose y que alcanzó el nivel más intenso en septiembre de 2016. Ese mes la trabajadora sufrió una crisis de ansiedad tras la cual el médico de salud laboral de Osakidetza optó por derivarla al servicio de Atención Primaria y no a una Mutua laboral, como ahora la Justicia considera que se debía haber hecho.

La sentencia también considera fuera de lugar que Mutualia rechazara considerar este caso como un accidente laboral por haber sido tratada en el servicio de Atención Primaria. Por parte de la Consejería de Salud se asegura que la crisis de ansiedad no está justificado ni es razonable que se vincule a la carga de trabajo que soportaba por la empleada ya que estima que era asumible.

Sin informe de riesgos psicosociales

Desde el sindicato CCOO, que ha llevado este caso ante los tribunales, se ha censurado que con esta maniobra Osakidetza pretendiera ocultar el origen laboral de la ansiedad que padecía la trabajadora- Para el sindicato la sanidad pública intenta ocultar este tipo de patologías. Recuerda que Osakidetza lleva años retrasando una adecuada evaluación de riesgos psicosociales, a la que se le ha instado desde ámbitos sociolaborales en reiteradas ocasiones, y que permitiría que este tipo de situaciones no se produjeran . CCOO recuerda además al Instituto Nacional de la Seguridad Social que toda lesión sufrida por un trabajador en tiempo y lugar de trabajo merece la consideración de accidente laboral y por tanto en este caso así debía ser.

Las reclamaciones de los trabajadores de la sanidad pública para que Osakidetza mejore sus condiciones laborales, afectadas por años de recortes, ha sido una constante. La presión de las centrales finalmente ha logrado que la sanidad pública se compromete a convocar varias OPE en los próximos años por un montante total de 3.000 puestos de trabajo.