Es un día agridulce para Samsung. El gigante surcoreano presentará este viernes los mejores resultados trimestrales de su historia, sobre todo gracias al gran desempeño de su división de componentes, que sigue siendo el motor de unos ingresos disparados. Pero a la vez, el grupo tiene que afrontar la dimisión del líder de esa misma rama de negocio, Kwon Oh-hyun, que además pasaba por ser el número dos de facto de todo el grupo.
Kwon ha alegado que existe "una crisis sin precedentes" dentro de la firma, debido a los escándalos de corrupción y a la condena de cinco años de prisión que pesa sobre el líder del entramado de Samsung, Lee Jae-yong, que actualmente continúa con su batalla con la Justicia para evitar la cárcel.
El veterano director es uno de los tres pesos pesados de Samsung Electronics, pero ha afirmado que llevaba "mucho tiempo" pensando en dejar el puesto, y que ha decidido "no retrasarlo más". "Estamos afrontando una crisis sin precedentes a nivel interno y creo que es el momento de que la compañía empiece de nuevo con un espíritu renovado, y con un liderazgo joven que sepa responder mejor a los retos de una industria cambiante y rápida", ha explicado. Kwon, en cualquier caso, mantendrá su puesto en la junta hasta marzo de 2018.
Apodado Mr Chip, Kwon dejará la compañía tras 32 años trabajando en ella, después de incorporarse en el año 1985. "Afortunadamente estamos batiendo récords de ingresos, pero eso es fruto de decisiones e inversiones pasadas", ha advertido, señalando que "no estamos cerca de encontrar nuevos motores que impulsen el crecimiento".
Las estimaciones del mercado apuntan a que los ingresos en el tercer trimestre del año se van a triplicar respecto al mismo periodo del año pasado. Los ingresos rondarán los 14,5 billones de wones, casi 11.000 millones de euros, rebasando con holgura las previsiones de los inversores. Con los chips a la cabeza, el volumen de negocio de Samsung va a recibir también un fuerte impulso de las ventas del Note 8, que rompió todos los récords ya en las reservas previas a la venta.
Escándalo de corrupción
La mencionada "crisis sin precedentes" a la que hace referencia Kwon y que, según sus propias palabras, han provocado su renuncia, es la condena a cinco años de prisión del líder del grupo Samsung, Lee Jae-yong, cuyo proceso judicial se encuentra en la fase de apelaciones.
Según los tribunales surcoreanos, Lee realizó donaciones de 41.000 millones de wones, poco más de 30 millones de euros, a asociaciones sin ánimo de lucro que dirigía Choi Soon-sil, una de los amigas más cercanos de la ex presidenta del país, Park Geun-hye, que ocupó el cargo entre 2013 y 2017, cuando fue destituida por sus problemas de corrupción y detenida por mandato del Tribunal Constitucional surcoreano.
A cambio de esas donaciones millonarias, Lee recibía favores políticos de la Casa Azul, la residencia del presidente de Coreal del Sur. Park Geun-hye está ahora a la espera de un juicio que será largo, ya que ha negado todos los delitos que se le imputaban.
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