El bitcoin se desploma un 20% y alimenta las alertas sobre el pinchazo de la burbuja

El bitcoin se desinfla. La popular moneda virtual, que ha acaparado todos los titulares en los últimos meses, gracias a su espectacular rendimiento financiero, experimenta este viernes la cara aciaga de los mercados: su valor se hunde más de un 20% en apenas unas horas. Los inversores están experimentando un "choque de realidad", ha señalado Stephen Innes, jefe de trading en Asia Pacífico para Oanda Corp, en declaraciones a Bloomberg.

El descalabro de este viernes no hace sino prolongar el pinchazo que la principal criptodivisa del mundo viene experimentando en las últimas jornadas. En sólo una semana, el bitcoin ha visto esfumarse casi un tercio de su valor, desde los cerca de 20.000 dólares que llegó a rozar la pasada semana.

Este movimiento se produce en pleno apogeo de la euforia especulativa en torno a la moneda. Después de revalorizarse hasta un 2.000% en el año, el comienzo de la cotización de los futuros (productos derivados que permiten apostar sobre el precio futuro de la moneda) del bitcoin en mercados oficiales como CME o CBOE, las principales bolsas de derivados del mundo, han despertado un nuevo entusiasmo en torno a una moneda que poco a poco parece ir ganándose un lugar en los mercados financieros convencionales.

Pero este hecho no limita las dudas que persisten sobre la viabilidad de la actual escalada del bitcoin. Son muchas las voces de prestigio en los mercados financieros que han alertado en las últimas semanas de que la moneda virtual muestra todas las señales de un proceso de burbuja financiera y esta misma semana la Comisión Europea alertaba de los claros riesgos de una pérdida completa del dinero invertido en este producto.

En opinión de Igor Alonso, responsable financiero de Accurate Quant, la impresionante escalada de bitcoin y otras muchas monedas virtuales como Litecoin o Ethereum en los últimos tiempos no responde a una mayor confianza de los inversores en las perspectivas de las criptodivisas, sino a un mero proceso de especulación facilitado por un mejor acceso a los canales de inversión en las mismas.

"Todo proceso de especulación conlleva fuertes correcciones, siempre, y lo realmente difícil es saber cuándo y desde qué nivel se producirá, puede que ya hayamos visto los máximos, o que estos estén un 150 % más arriba de los niveles actuales, nadie lo sabe, todo son expectativas, no hay ningún fundamento que justifique un valor teórico", explica Alonso.

Precisamente, la falta de fundamentos teóricos que expliquen el valor de una moneda como bitcoin es uno de los argumentos más esgrimidos por los escépticos con la moneda. En general, en los mercados financieros se observa con especial interés el desarrollo de la tecnología blockchain que sustenta a la moneda virtual, pero se duda de la capacidad de implantación de un activo que carece del respaldo de institución oficial alguna ni está ligada a la productividad de las actividades de ninguna región o actividad como se supone que sí ocurre con las monedas fiduciarias.

La falta de respaldo oficial, la inseguridad y el uso fraudulento juegan en contra del bitcoin

Por eso, son muchos los que creen que el futuro de las criptomonedas pasa por la creación de este tipo de divisas por parte de los bancos centrales internacionales, que, de hecho, ya están trabajando en proyectos de este tipo.

La falta de seguridad, plasmada en sucesivos episodios de hackeo de cuentas, o el uso fraudulento de estas monedas para actividades ilícitas y blanqueo de dinero son otras cuestiones que preocupan entre los expertos y que generan el riesgo de que tarde o temprano las autoridades limiten su uso.

El descalabro de bitcoin arrastra este viernes a la mayor parte de sus competidores en el mercado. Monedas como bitcoin cash, nacida de una escisión de bitcoin, ethereum o litecoin sufren recortes superiores al 20% en la jornada. Todas ellas acumulan en el año ganancias que se sitúan entre el 8.000 y el 600%.

Los movimientos bruscos de precios son una constante en la evolución de estas monedas, ya que están caracterizadas por una oferta limitada e impulsados por movimientos especulativos de inversores, por lo general, no profesionales, que suelen reaccionar a cualquier cambio de dirección de la cotización, agudizando tanto las alzas como las caídas. Sólo en 2017 y a pesar de ser un año muy favorable para la criptodivisa, el bitcoin ha experimentado ocho sesiones con caídas superiores al 10%.