El complejo panorama que arrojaron en la noche de este jueves las elecciones catalanas representa una notable amenaza para la economía española. Esa es la conclusión que transmiten los analistas de la agencia de ráting Moodys en un informe publicado este viernes.
Según la agencia, la victoria de las fuerzas favorables a la independencia (JxCat, ERC y CUP) "es negativo para el crecimiento económico". Los analistas de la firma consideran que el resultado de los comicios, que "ilustra la persistente polarización de la población de Cataluña", penaliza las perspectivas tanto de Cataluña como de España, "ya que no resuelve las tensiones políticas entre la región y el Gobierno central sobre la independencia de la región".
Moody's advierte de que, aunque aún esperan un crecimiento del PIB español del 2,3% en 2018, es previsible "que las perspectivas de la economía regional [de Cataluña] se deterioren aún más, con efectos colaterales para la economía nacional, a menos que el crecimiento en otras regiones pueda compensar".
La firma de calificación de deuda explica que "la llega de turistas y el sentimiento inversor en la región catalana ya habían disminuido tras la inestabilidad derivada de la declaración de independencia unilateral del 27 de octubre", lo que se ha plasmado entre otras cuestiones en la salida de Cataluña de más de 3.000 empresas -de las que un tercio han trasladado también su sede fiscal.
Moody's teme que el nuevo gobierno catalán debilitará aún más la situación financiera de la región
Ahora, con el nuevo escenario electoral, los analistas de Moody's observan que "el turismo será uno de los sectores más afectados" y añaden que "el enfoque en el procedimiento de independencia debilitará aún más las ya débiles finanzas de la región, ya que los programas electorales de los partidos pro independencia carecen de medidas de consolidación fiscal".
La agencia de calificación considera que las finanzas de Cataluña seguirán dependiendo del soporte del Estado a través de los mecanismos de liquidez como el FLA, que será esencial para cubrir unas necesidades de financiación estimadas en 9.200 millones de euros.
La situación en Cataluña, que ha evitado que las principales agencias de rating elevaran la nota de España en los últimos meses, seguirá pesando sobre la visión que mantiene Moody's de las perspectivas de España, ya que "las tensiones actuales contrastan con el impacto beneficioso de una serie de desarrollos recientes más favorables para el sector financiero y la economía de España". La agencia advierte de que "el impacto sería más grave si provocara un empeoramiento ostensible de la deuda española", aunque hasta la fecha "no hay señales de que se debilite la confianza de los inversores en la deuda soberana española".
Bank of America
La preocupación del mercado, que ha infligido un revés a la bolsa española este viernes, también ha quedado patente en un informe de Bank of America Merrill Lynch. Según el banco estadounidense, las elecciones de este jueves en Cataluña abren tres incertidumbres principales: "¿Hay margen para una solución a medio plazo o el problema catalán seguirá enconándose tras las elecciónes?; ¿habrá una escalada de la tensión en el corto plazo?; ¿cuál es el impacto en el crecimiento de todo lo que hemos visto hasta ahora y lo que vendrá después?".
Los analistas de Bank of America se muestran escépticos sobre todas estas cuestiones. La entidad ve "muy poco margen para un solución negociada: los dos bandos siguen muy divididos. Probablemente nada inferior a un referéndum legal sería aceptable en el lado secesionista", una opción que difícilmente aceptará el Gobierno español, que "incluso se ha retractado de una reforma constitucional que se había discutido con el PSOE".
Sin rechazo de la unilateralidad, la incertidumbre seguirá frenando la economía catalana
Asimismo, en el banco estadounidense ven que, seguirá existiendo "un riesgo continuo" de una escalada de las tensiones a corto plazo, que podría estallar a causa de los procedimiento judiciales abiertos contra los líderes separatistas y que, llegado el caso, podría dar pie a la detención del líder de JxCat, Carles Puigdemont, si vuelve a España.
Con todo esto sobre la mesa, Bank of America recuerda que actualmente estima un impacto de la crisis catalana de unos 50 puntos básicos durante los próximos trimestres, lo que traduce en unas estimaciones de crecimiento del 2,5% en 2018 y el 2,3% en 2019. Pero este impacto "podría ser fácilmente mayor si las tensiones vuelven".
En su opinión, "a falta de un rechazo explícito de la unilateralidad, la incertidumbre estará presente en la economía catalana y debería tener un impacto perjudicial en la actividad más allá de la dinámica cíclica".
Así los expertos de la entidad estadounidense ven claros riesgos para la situación económica española. "Sin una solución adecuada, serán difíciles subidas de rating de España y el argumento para la inversión en el país podría cuestionarse cada vez más a medio plazo".
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