La creación de empleo en España ha desbordado las expectativas de los analistas en los últimos años. La ocupación creció en 413.900 personas solo en 2016 y en el ejercicio en curso este repunte es ya de 521.700 puestos de trabajo. Sin embargo, la letra pequeña del empleo ofrece un panorama de alta rotación, puesto que, aunque la contratación indefinida va en aumento, los contratos que se firman mes a mes siguen siendo sobre todo temporales y, en gran parte, a tiempo parcial. ¿Quién gana en estas circunstancias? Entre otros, las empresas de trabajo temporal, que han tenido que aumentar sus plantillas más de un 20% a golpe de creación de empleo con la recuperación.
Los datos del Ministerio de Empleo reflejan que solo en 2016, dos años después del inicio de la recuperación económica, se realizaron casi 20 millones de contratos, con un incremento de los indefinidos del 13,5%, casi el doble que los temporales, que aumentaron un 7%. Estas cifras le sirven al Gobierno para afirmar que la recuperación se está produciendo con una mejora de la calidad en el empleo.
Sin embargo, las mismas estadísticas también reflejan que el 91,4% de lo contratos firmados en 2016 eran temporales, con lo que al mismo tiempo que crece el empleo en España también lo hacen los puestos de trabajo temporales, aunque lo hagan a un ritmo más lento que los muy minoritarios contratos indefinidos.
El 90,6% de los contratos que se firman son temporales
Algo similar se observa en los datos referidos a 2017. Tomando las cifras de noviembre, las últimas disponibles, la contratación indefinida creció un 10,2%, muy por encima del ritmo del 3,7% de la contratación temporal. Sin embargo, el 90,6% de los contratos siguen siendo temporales. Además, como el pasado año, el trabajo a tiempo parcial copa alrededor del 35% de los contratos.
No es de extrañar por ello que ocho de cada diez contratos suscritos cada mes se firmen para cubrir un puesto de obra y servicio o para una plaza eventual por circunstancias de la producción.
¿Quién gana con la temporalidad?
Esta fisonomía del mercado laboral español hace que en las empresas de trabajo temporal, las agencias de colocación o en otros negocios en los que se prestan servicios de recursos humanos la tarea se haya incrementado de forma significativa con la recuperación económica, como se observa en sus cifras de negocio y en el incremento de las plantillas en todas las actividades relacionadas con el empleo. El trabajo llama al trabajo y, a la vista de las cifras, la temporalidad aún más.
Las plantillas de las ETT han crecido a medida que avanzaba la actividad de intermediación
Una primera aproximación la ofrece las estadísticas del sector servicios que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE). En lo relativo a las cifras de negocios, en las actividades administrativas y de servicios auxiliares en las que se encuadran estas labores se ha producido un crecimiento progresivo del 7,3% en 2015, el 5,5% en 2016 y del 5,6% en lo que va de 2017. Solo en el caso de las actividades correspondientes al empleo, este ritmo ha sido del 4,7%, 4,1% y 4,2%, respectivamente.
Esta buena marcha se deja ver en las estadísticas de empleo dentro de las actividades relacionadas con el empleo. Así, el índice de ocupación ha crecido en estas actividades un 15,6%, 10,2% y 11% en los últimos tres años. Sin embargo, en estas mediciones, que tienen en cuenta lo acontecido hasta el mes de octubre, mezclan gran variedad de actividades y toman como referencia una base 100 correspondiente al año 2010. lo que no ofrece gran claridad en los resultados.
Las ETT como termómetro
Por eso, si se acude a los registros de empresas de trabajo temporal (ETT) del Ministerio de Empleo se puede ver con más transparencia la evolución. Esta estadística se centra en las empresas cuya actividad fundamental consiste en poner a disposición de otra empresa usuaria, con carácter temporal, trabajadores contratados por ella. Las empresas de trabajo temporal pueden, además, actuar como agencias de colocación en ciertos casos.
Para empezar el número de compañías, 259 actualmente, se ha estabilizado desde 2014 con incluso ligeros repuntes desde la continuada desaparición a partir de 2007. Con estos mimbres, las ETT celebraron hasta el pasado mes de septiembre 2,8 millones de contratos con empresas usuarias con el objeto de ceder trabajadores. Se trata de los conocidos como contratos de puesta a disposición.
La cifra es un 13% superior a la del mismo periodo de 2016 y, de mantenerse el ritmo mostrado hasta ahora, rozará los 3,8 millones cuando acabe el año, su nivel más alto en la serie histórica, que arranca en 2007, poco antes del inicio de la crisis. Si se compara con el año 2013, el último antes de la recuperación económica, el incremento alcanza el 70%.
Por otro lado, este repunte de los contratos de puesta a disposición se está viendo acompañado de un incremento igual de significativo en el número de trabajadores cedidos a las empresas usuarias. Hay que tener en cuenta que la información que aporta Empleo corresponde a trabajadores puestos a disposición durante periodos superiores a un mes, por lo que estos se van a acumulando.
Hasta septiembre han sido 1,6 millones, un 13,2% más que en los nueve primeros meses de 2016. Y haciendo el mismo ejercicio de extrapolación, resulta que cuando acabe el año, las ETT habrán cedido a las empresas algo más de 2,1 millones de empleados, también en máximos históricos y un 57% más que en 2013.
El repunte de la contratación para obra y servicio
Las estadísticas de Empleo no ofrecen datos desagregados sobre la finalidad de las cesiones de trabajadores registradas. Sin embargo, es posible hacer este seguimiento a partir de los contratos de puesta a disposición. Así, de los 2,8 millones de los contratos suscritos hasta septiembre, algo más de 1,2 millones se firmó para cubrir empleos de obra y servicio y 1,5 por circunstancias de la producción, las dos modalidades que, como se indicaba al inicio, acumulan prácticamente ocho de cada diez contratos que se firman en España. Llama la atención que en ambos casos, el número de contratos se ha prácticamente duplicado desde 2009, al inicio de la crisis.
En último término, este incremento de actividad se deja notar en el número de trabajadores de estructura de las propias ETT. Y es que las plantillas de estas empresas alcanzaron los 7.834 puestos de trabajo en septiembre de este año, un 11% más que en el mismo periodo de 2016. Sumando las incorporaciones desde el final de 2015, el último dato disponible de Empleo, el incremento alcanza el 23%.
Las ETT se venden como un puente al empleo estable
Las empresas de trabajo temporal vienen siendo una forma más efectiva de acceder al empleo que a través de los Servicios Públicos de Empleo (SEPE). Además, el sector ofrece sus servicios como un puente hacia el empleo estable.
La patronal de empresas de trabajo temporal Asempleo asegura que el 30% de las personas que encuentran un trabajo gracias a sus servicios acaba con un contrato indefinido, puesto que, aunque en un principio estos trabajadores son contratados por las ETT, que las ceden a las empresas usuarias, este paso les acerca a poder contar con un contrato directamente formado con estas compañías.
Asimismo, según la documentación publicada en la web de Asempleo, la posibilidad de encadenar distintas contrataciones para distintas empresas, algo que se ve como de puertas para fuera como una forma de precariedad laboral, es para el sector una forma de elevar las posibilidades de incorporarse al mercado de trabajo y acabar con un contrato fijo.
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