Economía

Los touroperadores extranjeros avisan: Barcelona y Mallorca perderán visitantes por la saturación y la 'turismofobia'

Una pegatina contra el turismo en el barrio de Gracia de Barcelona.
Una pegatina contra el turismo en el barrio de Gracia de Barcelona. | D. P. P.

Este verano la situación estalló de la peor forma posible. El hartazgo de parte de la ciudadanía por la saturación de algunos destinos turísticos se venía acumulando desde hacía tiempo, pero grupos radicales lo aprovecharon para realizar ataques contra empresas turísticas o contra zonas de alta concentración de turistas. Las acciones más visibles se concentraron en Barcelona y Palma de Mallorca.

2017 es el quinto año consecutivo de récord de visitantes extranjeros para España. Y el boom del turismo no tiene igual carga de masificación en toda la geografía nacional. Desde hace tiempo en las calles del barrio Gótico y  en el de Gracia en Barcelona, y también en el centro de Palma,  van y vienen carteles y pegatinas contra el turismo. Y el año pasado ya empezaron a aparecer pintadas contra los viajeros en el centro de Palma de Mallorca.

Turismofobia, así se ha venido a llamar esta tirria creciente hacia el viajero, singularmente el extranjero. Turistificación, que es la concentración de servicios y de alojamientos para el turista en determinadas zonas de las ciudades, con el consiguiente agravio para los residentes. Éste es el caldo de cultivo que algunos grupos organizados aprovecharon para cruzar la raya del incivismo y lanzar asaltos contra empresas turísticas en Barcelona y Mallorca. Y ahora puede acabar pasando factura a ambos destinos.

Reino Unido es el principal origen de los turistas que vienen a España. Más de una cuarta parte de todos los viajeros extranjeros que visitarán este año el país serán británicos, superando con holgura los 18 millones de visitantes. Y es en Reino Unido donde se ha hecho sonar la alarma de que la masificación y la turismofobia pueden hacer  que tanto la Ciudad Condal como Palma pierdan reservas a lo largo de 2018.

La patronal de agencias de viajes británicas ABTA, en la que están integradas las filiales locales de los gigantes TUI o Thomas Cook junto a otro millar largo de empresas, alerta de que la percepción de saturación en algunos destinos y el malestar que ésta provoca vivió el año pasado un auténtico punto de inflexión.

La saturación, que ABTA vincula con el boom del alquiler turístico (al calor de plataformas como Airbnb o HomeAway) y con aparición de nuevos mercados emisores, “se ha convertido en un problema en los principales destinos turísticos” para los viajeros británicos, entre los que destaca Barcelona y Palma, poniéndolos a la par de otros tan masificados como Venecia o Santorini.

Las agencias y touroperadores británicos advierten de que los turistas pueden responder a estos problemas desde este mismo año dejando de acudir a estos destinos y probar otros nuevos. Según un estudio de la asociación, más de una cuarta parte de los viajeros británicos (un 27%) se plantea visitar en 2018 un país en el que no han estado nunca hasta ahora y casi un tercio de ellos (un 32%) prevé ir a una nueva ciudad.

“Las autoridades de los destinos, los ayuntamientos locales, las empresas de estas ciudades y el sector turístico pueden colaborar para gestionar mejor el turismo para beneficiar tanto a los vecinos como a los turistas”, apunta ABTA en su informe sobre tendencias para 2018. Una colaboración que debería articularse a través de la desestacionalización (fomentando viajes en otros momentos del año) y promoviendo otros destinos, así como “una mejor gestión del impacto del turismo en la población local”.

La patronal británica no hace referencia a la caída de visitantes que está registrándose ya en Barcelona, en concreto, y en Cataluña en general en los últimos tres meses por la tensión política ligada al desafío independentista en la región.

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