El Ayuntamiento de Barcelona ha sido uno de los más activos para poner coto a la proliferación descontrolada de la oferta ilegal de viviendas para ser alquiladas a turistas. Descontrolada por su enorme expansión (en Barcelona las plazas de alojamiento en pisos duplica a la de hoteles) e ilegal porque en Cataluña se exige disponer de una licencia específica y muchas no la tienen.
Barcelona ha emprendido inspecciones para sacar del mercado apartamentos ilegales y también se ha lanzado a forzar a que sean las plataformas online que comercializan los pisos las que eviten que esa oferta ilegal siga siendo publicitada. “Las plataformas no pueden decir que no saben si lo que anuncian es legal o no. Se tienen que responsabilizar”, ha sentenciado Ada Colau, en el IX Foro de Liderazgo Turístico, organizado por Exceltur.
La mayoría de plataformas comercializadoras se prestaron a la reclamación del consistorio barcelonés de retirar la oferta ilegal (en total unas mil plazas ilícitas retiradas). La mayoría, pero la mayor de todas, Airbnb, en un principio se resistió y acabó siendo sancionada. “Las sanciones no son la vía ideal para nosotros. Pero las multas de 600.000 euros han tenido su efecto, porque ahora sí que quieren dialogar”, ha dicho la alcaldesa sobre el choque con Airbnb.
Colau, la cabeza visible de la coalición Barcelona en Comú, ha subrayado que la proliferación de pisos de uso turístico tiene problemas en diferentes vertientes: la fiscalidad, porque “no puede ser que unos cumplan normas y otros no”; las molestias a los vecinos; y también (y “sobre todo”) el impacto directo en el mercado de la vivienda.
“Lo que necesitamos es que las viviendas hagan de viviendas y que la gente no sea expulsada de la ciudad”, ha subrayado Colau, sobre la falta de oferta de alquiler de larga duración en determinadas zonas y el incremento de los precios de la misma. “El objetivo es que los vecinos puedan quedarse a vivir en la ciudad. Los apartamentos legales se respetan y se van a respetar, pero no se puede crecer más. Nos hacen falta las viviendas”.
Los hoteleros y la moratoria
A su llegada al Ayuntamiento barcelonés, Colau decretó una moratoria de nuevos alojamientos de todo tipo para analizar la presión turística en los diferentes barrios. Ya entonces los hoteleros se revolvieron contra la medida, criticando que se frenaran algunos proyectos hoteleros cuando -según la visión del sector- el único descontrol es el generado por la proliferación de pisos de alquiler y que era sólo esta actividad la que provocaba problemas de convivencia.
El CEO de NH a Colau: "Estoy deseando invitarla a la inauguración de nuestros hoteles, pero déjeme que los abra"
"La saturación o la han creado los hoteles, sino los miles y miles de pisos de uso turístico", ha subrayado el consejero delegado de NH, Ramón Aragonés. "Está claro que no puede haber ni una plaza más en el Barrio Gótico, ni reglada ni no reglada. Pero en la Diagonal no me diga que no se puede abrir un hotel", le ha espetado el ejecutivo a Ada Colau. "Estoy deseando invitarla a la inauguración de nuestros hoteleros, pero déjeme que los abra".
La alcaldesa ha subrayado que no se han paralizado proyectos hoteleros, que en Barcelona se han seguido construyendo y abriendo hoteles, sumándose 11.000 nuevas plazas hoteleras en la ciudad durante su mandato. "Esto es así, a pesar de los titulares alarmistas", ha apostillado Colau.
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